Brasil

Condenan a 624 años de cárcel a 25 policías por la masacre de Carandirú de 1992

Un tribunal brasileño condenó hoy a 25 policías a 624 años de cárcel cada uno por el asesinato de 52 presos durante la matanza de la cárcel de Carandirú de Sao Paulo, ocurrida el 2 de octubre de 1992, en la que murieron 111 internos.

La sentencia, anunciada de madrugada por el juez Rodrigo Tellini de Aguirre Camargo, se refiere a la segunda parte del proceso, que ha sido dividido en cuatro etapas, y en el que 78 agentes se sentarán en el banquillo.

Los policías fueron condenados a la pena mínima, doce años por cada asesinato, y podrán recurrir en libertad, según un comunicado del Tribunal de Justicia de Sao Paulo.

El jurado, compuesto por siete hombres, respondió un cuestionario con cerca de 7.300 preguntas en cerca de cinco horas, con el que se decidió la culpabilidad de cada uno de los 25 policías que fueron acusados de disparar a los internos de Carandirú en sus celdas y en los pasillos del presidio.

Inicialmente, la fiscalía responsabilizaba a este grupo de policías de 73 muertes, pero este viernes, durante los alegatos finales, se retiraron los cargos por 21 de las muertes.

Parte de esos 21 asesinatos ocurrieron en otras alas del presidio y cuatro de ellas fueron por arma blanca, con lo que la fiscalía las atribuyó hoy a una reyerta entre presos que precedió y motivó la ofensiva policial.

La masacre sucedió el 2 de octubre de 1992, cuando la Policía aplacó a sangre y fuego un motín en el pabellón nueve de Carandirú, la mayor cárcel de Brasil en la época y que fue clausurada diez años después del episodio sangriento.

En la primera fase del juicio, celebrada el pasado abril, otros 23 policías fueron condenados a la pena mínima por trece asesinatos, lo que suma 156 años de pena para cada uno.

La operación fue comandada por el fallecido coronel Ubiratán Guimarães, que fue condenado en 2001 a 632 años de cárcel por esta operación, pero cinco años después fue absuelto en una apelación sin que llegase a cumplir condena.

El episodio, el más sangriento ocurrido en una cárcel brasileña, fue relatado en la galardonada película "Carandirú", del director argentino Héctor Babenco, que ha sido proyectada por la acusación durante el juicio.