Bogotá

Confirman que hubo fiesta con prostitutas en la embajada de Honduras en Colombia

La Policía de Colombia confirmó hoy que en la embajada de Honduras en Bogotá hubo una fiesta la noche del pasado 20 de diciembre a la que asistieron al menos dos prostitutas y en la que hubo un robo no denunciado.

El coronel de la Policía, José Baquero, dijo en el programa televisivo Noticias Caracol que tras una alerta, los efectivos hicieron presencia en la sede de la embajada al norte de Bogotá.

"Nos recibe el señor Jorge Mendoza, perteneciente y trabajador de la embajada de Honduras, donde nos informa de que la noche anterior había habido una fiesta dentro de las instalaciones de la embajada de Honduras en unas de las oficinas y que había sido objeto del robo de dos computadores". añadió.

El oficial precisó que según el reporte, la fiesta comenzó la noche del 20 de diciembre y terminó en la madrugada del día siguiente.

Detalló que al festejo llegaron "dos mujeres dedicadas a la prostitución"que horas antes habían sido contactadas y que fueron "ingresadas en un vehículo a la embajada de Honduras en horas de la noche".

Agregó que Mendoza dijo a la Policía que no iba a formular ninguna denuncia por el robo de los computadores y que "es un hecho que ellos van a manejar al interior de la embajada".

Indicó que al no haber denuncia, es como si el delito no hubiese existido.

La denuncia de lo sucedido al interior de la embajada de Honduras en Bogotá fue hecha por el diario El Heraldo de ese país.

Según ese medio, la fiesta fue organizada por el hondureño Jorge Mendoza, del que dice sería un "empleado personal"del embajador Carlos Humberto Rodríguez.

"Los amigos y las servidoras de sexo que Mendoza introdujo a la sede que representa al Estado de Honduras no solo se robaron lo que pudieron, sino que hasta hicieron sus necesidades fisiológicas en la oficina del propio embajador y del agregado militar", añade la información.

Además del robo de los computadores y teléfonos móviles "lo más detestable que encontró el personal de la embajada es que se habían defecado en la oficina del propio embajador e incluso encima del escritorio del agregado militar, el coronel Sergio Gómez".