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Corea del Norte apuesta por la continuidad en la clausura de su Congreso

Kim Jong-un ha sido de manera simbólica nombrado presidente del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC), un puesto creado especialmente para él

Periodistas extranjero y sus guías gubernamentales durante el congreso
Periodistas extranjero y sus guías gubernamentales durante el congresolarazon

Corea del Norte ha apostado por el continuismo en su política de desarrollo nuclear y económico así como por reforzar la figura del líder durante el VII Congreso del Partido de los Trabajadores que concluyó hoy.

Corea del Norte ha apostado por el continuismo en su política de desarrollo nuclear y económico así como por reforzar la figura del líder durante el VII Congreso del Partido de los Trabajadores que concluyó hoy.

La última jornada del cónclave político más importante del país iniciado el pasado viernes estuvo marcada además por la expulsión de un corresponsal de la cadena británica BBC, cuyos textos fueron considerados irrespetuosos hacía el país.

Rupert Wingfield-Hayes fue detenido cuando se disponía a abandonar Pyongyang el pasado viernes y permaneció retenido hasta hoy en un hotel de la capital junto a los dos equipos de la BBC y el resto de los 130 periodistas extranjeros desplazados a la capital norcoreana.

Por primera vez un grupo de periodistas, entre los que se encontraba Efe, pudo acceder hoy a la Casa de la Cultura del 25 de Abril de Pyongyang, donde se celebró el Congreso presidido por el líder Kim Jong-un.

El periplo para entrar en el teatro, el mismo donde se celebró el último Congreso del Partido en 1980 y cuyo hall está decorado con gigantescas efigies de los dos anteriores líderes, mármol y enormes lámparas de cristal, duró cerca de tres horas debido a los exhaustivos registros y medidas de seguridad.

Dentro del auditorio, Kim Jong-un fue recibido por los 3.467 delegados del Partido puestos en pie y aplaudiendo de manera entregada.

Este congreso ha sido un evento diseñado para consolidar el liderazgo de Kim, que llegó al poder en 2011 con menos de 30 años y que ha apostado por ganarse el respeto de los norcoreanos emulando la imagen de su abuelo y fundador del país, Kim Il-sung.

Durante la última jornada el joven dictador ha sido de manera simbólica nombrado presidente del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC), un puesto creado especialmente para él.

Hasta ahora el mariscal Kim Jong-un ostentaba el cargo de primer secretario del partido.

Como parte de una información que sale con cuentagotas se hizo público hoy el nombramiento de los otros cuatro miembros del politburó del Comité permanente del Partido, que forman el núcleo duro del poder en el régimen, y no se puede hablar de caras nuevas.

Entre ellos destacan Kim Yong-nam, de 88 años, que es presidente de la Asamblea Popular Suprema y jefe de Estado honorífico del país y Choe Ryong-hae, de 66 años y secretario del Comité central del Partido de los Trabajadores.

A pesar de las especulaciones, la hermana del líder, Kim Yo-jong, de unos 29 años, en principio no ha sido incluida entre los principales nombramientos, algo que se barajaba como parte de una apuesta por la renovación generacional de la cúpula del poder.

El continuismo no solo se observó en los nombramientos; el comité central del Partido aprobó de manera unánime reafirmar la política "byeongjin"del joven líder consistente en llevar a cabo de manera simultánea el desarrollo económico y de armas nucleares.

"Seguiremos adoptando de manera consistente la estrategia de desarrollar al mismo tiempo la economía y nuestra fuerza nuclear defensiva tanto de manera cualitativa como cuantitativa mientras los imperialistas (en referencia a EE.UU.) continúen con sus amenazas nucleares y prácticas arbitrarias", recogió hoy la agencia norcoreana KCNA.

El líder Kim Jong-un mencionó por primera vez la llamada línea "byeongjin"en un discurso pronunciado en marzo de 2013 y desde entonces ha pasado a ser la piedra angular de su mandato.

En línea con las previsiones la economía ha sido una de las partes esenciales del cónclave norcoreano, como demostró Kim en su discurso de más de tres horas ante el Partido en el que presentó un nuevo plan económico para los próximos cinco años.

En la fábrica de hilos Kim Jong-suk de Pyongyang las cerca de 1.600 empleadas trabajan hoy animadas por la música de la famosa banda de chicas Moranbong que sonaba a todo volumen.

"Nos ayuda a estar contentas y trabajar más", aseguraba una sonriente trabajadora de la fábrica fundada en 1924 durante la ocupación japonesa y que produce unas 450 toneladas de hilo al año.

Lo mensajes de propaganda empapelan el recinto, donde se pueden ver carteles con los nombres de las empleadas más productivas que sirven para estimular al resto.

"El mariscal Kim Jong-un aludió en su mensaje a que había que aumentar la producción de la industria ligera, por lo que aquí trabajaremos más para hacer más felices a los norcoreanos", explicó a Efe una joven trabajadora de 33 años.

Efe