Hugo Chávez
Cuatro años sin Chávez y los socialistas carecen de líder
Indefectiblemente la calles de Caracas se “derriten”, las encuestas reconocen la pavorosa ruina que ha producido el gobierno de Nicolás Maduro. La escasez de medicinas que promedia el 80%, la espiral inflacionaria que indigna a los pobres y que coloca la canasta alimentaria por encima de los 800 mil bolívares mensuales -200 dólares-, muy por encima del sueldo básico. “Una debacle” que el gobierno bolivariano no puede detener, ni siquiera resucitando muertos. Por más profundo que “cave” en busca de “espíritus rojos”. A falta de "héroes"“los fantasmas” sobrevuelan Venezuela "oliéndo""carroña"“La necrofilia” ya no alcanza para sostener "la tiranía".
A cuatro años sin el comándate Hugo Chávez, los socialistas carecen de un líder. Es la peligrosa y angustiosa soledad de Maduro, cada día más acorralado, sin su mentor, incapaz de dirigir a las "hordas chavistas"con su oxidada “Espada de Bolívar”. Si el "mesías bolivariano"levantase la cabeza vería “un Imperio” decadente que se disputan “hienas” en busca de poder y dinero, “un juego de tronos” patético, una "revolución marchita"; Se revolvería en su tumba y marcharía en un “corcel blanco” "cortando cabezas". La de los suyos, "los traidores"que se reparten sus despojos, los mismos que mordieron su mano cuando todavía les daba de comer y porteriormente yacía convaleciente, usando su firma para prolongar ordenes y llenarse los bolsillos. Vaciando las arcas. Si Chávez resucitara volcaría su ira contra sus “halcones”, contra las “ovejas negras” que el mismo alimentó y que ahora, sacrificaría sin pudor. Son "sus hijos pródigos"los mismos que hoy “manchan” "su legado”. La vergüenza.
Ayer se cumplió el cuarto aniversario de la muerte de Hugo Chávez, el cual resurgió de sus cenizas como nuevo icono moderno. “Una estampita” que desde entonces ha alimentado a su sucesor en el cargo, Nicolás Maduro, lo que ha garantizado su supervivencia política, a pesar de las fuertes turbulencias que atraviesa Venezuela. Pero el legado se apaga.
El presidente venezolano, se reunió ayer con sus homólogos de Cuba, Bolivia y Nicaragua, en el marco de un homenaje al ex mandatario. Como parte del tributo, los presidentes instalaron en Caracas la XIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), en compañía de representantes de gobiernos latinoamericanos. Los homenajes se alargaran durante dos semanas.
“Esta cumbre la estamos realizando a los cuatro años de la partida física del comandante Chávez, sin lugar a dudas un golpe muy duro para los movimientos progresistas de América Latina, el Caribe y el mundo”, expresó Maduro.
Según el presidente venezolano, tras la muerte de Chávez “el imperio” desplegó “una descomunal guerra económica” contra su país, pero aseguró que se ha contrarrestado gracias a esfuerzos como el Alba-TCP, “base de la construcción de una nueva América”.
“Vinimos a acompañar al pueblo venezolano y a todo el pueblo antiimperialista (...) Cada día es de lucha permanente contra las agresiones, políticas y económicas, como las de Estados Unidos. Hay países que nunca se van a rendir gracias a la lucha de Chávez”, dijo Morales a periodistas.
Como es tradición, el gobierno realizó un acto de homenaje al ex presidente desde el Cuartel de la Montaña, en el oeste de Caracas, donde reposan sus restos.
Chávez, líder de la llamada “revolución bolivariana”, fue presidente de Venezuela entre 1999 y 2013, cuando murió a los 58 años tras batallar casi dos años contra un cáncer, luego de realizar la mayor parte de su tratamiento en Cuba. Sigue siendo el presidente venezolano más popular de todos los tiempos, según una reciente encuesta realizada por Hinterenlaces, que concede al mandatario 'bolivariano' un 79 por ciento de las simpatías, por su preocupación por los pobres y su liderazgo internacional.
Con esta asfixiante situación no es de extrañar que el apoyo popular a Maduro se sitúe tan solo en el 25 por ciento, conforme al último sondeo de Delphos, después de tocar fondo en el 20 por ciento. El 65 por ciento de los venezolanos confiesa que quiere que abandone la Presidencia, algo que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- ha vislumbrado con claridad y ha intentado forzar con un referéndum revocatorio.
Sin embargo la debilidad en las filas 'bolivarianas', no se traduce automáticamente en una ganancia para la MUD, que no logró rentabilizar la muerte de Chávez en su momento y tampoco lo ha hecho con la actual crisis porque sigue inmersa en las luchas intestinas por el liderazgo opositor.
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