Hungría

Cuatrocientas personas acuden a una protesta de ultraderecha contra líderes judíos

Al menos cuatrocientas personas han asistido a una manifestación de ultraderecha organizada este sábado en Budapest después de que tribunal anulara la decisión del Gobierno húngaro de suspender la protesta por celebrarse antes de la celebración de una conferencia internacional de líderes judíos en Budapest.

"Los conquistadores israelíes, estos inversores, deberían buscarse otro país porque Hungría no está en venta", declaró el presidente del partido de extrema derecha Jobbik --organizador de la protesta-- Gabor Vona, antes de la celebración del Congreso Mundial Judío.

El portavoz del Congreso Mundial Judío, Michael Thaidigsmann, lamentó la protesta. "Nos parece preocupante que esa gente exprese su ideología antisemita de forma tan pública", dijo.

El primer ministro, Viktor Orban, que había ordenado a la Policía la prohibición de la protesta, habló con el Tribunal Supremo para que revocara este último dictamen, y pidió al Ministerio del Interior que impidiera la protesta.

La manifestación se ha desarrollado cerca del Parlamento y en ella ha participado el diputado de Jobbik Marton Gyongyosi, quien en su día pidió que los judíos fueran registrados en una lista en calidad de amenaza internacional, unas declaraciones condenadas por la comunidad internacional por las que el diputado pidió perdón después, aunque no renunció a su cargo, como se le pedía.

"Nuestro país se ha visto subyugado por el sionismo, se ha convertido en el blanco de la colonización mientras nosotros, los indígenas, nos limitamos a hacer de extras", declaró Gyongyosi.

El Tribunal de Trabajo y Administraciones Públicas de Budapest, por su parte, defendió su veredicto en que la conducta de la Policía ha sido errónea al "prohibir el evento amparándose en presunciones infundadas". Además, la corte entiende que la Policía rebasó con creces el límite de 48 horas estipulado para evaluar la legalidad de cualquier evento -- las fuerzas de seguridad tardaron dos semanas en suspender la manifestación--.

Orban, por su parte, reiteró su condena contra la protesta, que considera "anticonstitucional"y recordó el historial de polémicas protagonizado por la formación Jobbik, que basó su campaña de 2010 --que terminó situando al grupo como tercera fuerza política del país-- demonizando a los gitanos romaníes.

La protesta, que lleva el nombre de "Recordando a las Víctimas del Bolchevismo y el Sionismo", ha comenzado a las 10.00 de la mañana del sábado, hora española y ha durado dos horas. No se han registrado incidentes.