De la protesta al conflicto armado

- La tensión entre Israel y Palestina se ha disparado tras los últimos acontecimientos. ¿Estamos a las puertas de una tercera Intifada?

–Las actuales circunstancias pueden derivar a este escenario. En este sentido, las dos Intifadas previas demuestran que el levantamiento popular pronto conduce a una confrontación armada. Las protestas «espontáneas» en la calle se transforman en unas campañas bélicas bien organizadas. El lanzamiento de misiles desde Gaza puede conducir a este escenario. En todo caso, de producirse sería un enfrentamiento armado breve. La comunidad internacional intervendrá e impondrá rápidamente un alto el fuego.

- ¿Puede recuperarse el proceso de paz tras los crímenes de odio?

–Los europeos están obsesionados con el proceso de paz y con la negociación de los asentamientos como eje central de los males de Oriente Medio. Pero de hecho el conflicto árabe-israelí es el último de los problemas de la zona. Asimismo, desde el fracaso de las negociaciones en 2000 apenas ha habido oportunidad para un entendimiento en el proceso de paz. Los intentos de alto nivel impulsados por el ex presidente Bush con la cumbre de Annapolis y el presidente Obama han fracasado. El último intento terminó en abril sin ningún resultado. Es difícil pensar que el asesinato a sangre fría de tres adolescentes judíos vaya a conducir a una paz.

- ¿Los disturbios en Jerusalén anuncian un verano caliente en Oriente Medio?

–Oriente Medio está sufriendo los cambios más dramáticos en sus fronteras, dirigentes y estructuras de poder desde 1914. Tratar de hacer predicciones resulta prematuro, pero Israel no se puede quedar de brazos cruzados. Israel debe aprovechar las relaciones con Jordania y Kurdistán para construir un frente común contra la emergencia de la potencia chií de Irán y el auge de los yihadistas suníes en Siria e Irak. Debe también estrechar las relaciones con otros países que temen el caos de la región.

*Investigador de la FDD en Washington. Preguntas elaboradas por Rocío Colomer