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Tragedia aérea en El Egeo
Un Airbus 320 de EgyptAir con 66 personas a bordo que cubría la ruta París-El Cairo se desploma en el Mediterráneo.. Las primeras hipótesis apuntan a un atentado terrorista
Un Airbus 320 de EgyptAir con 66 personas a bordo que cubría la ruta París-El Cairo se desploma en el Mediterráneo.
El vuelo MS804 de la compañía EgyptAir despegó de París el miércoles a las 23:09 con 66 personas a bordo, y debía aterrizar en El Cairo a las 3:15, pero el aparato no llegó a destino y, a primera hora de la madrugada, la compañía aérea anunciaba una noticia alarmante en su cuenta de Twitter: «El vuelo Egyptair MS804 ha perdido el contacto con los radares a las 02:45. Se encontraba a una altura de 37.000 pies, unos 11.300 metros, y desapareció tras entrar unos 16 kilómetros en el espacio aéreo egipcio». A mediodía, François Hollande confirmó que el avión se había «hundido» en el mar, cerca de la isla griega de Cárpatos.
En el interior del MS804 volaban 56 pasajeros, entre ellos, según las primeras informaciones, un niño y dos bebés, siete personas formaban la tripulación, y otras tres eran oficiales de seguridad de EgyptAir. En total estaban representadas doce nacionalidades, pero Egipto y Francia pagaron el mayor tributo, con 30 y 15 ciudadanos, respectivamente. También viajaban dos iraquíes, dos canadienses, un británico, un belga, un portugués, un argelino, un sudanés, un kuwaití y un chadiano. La primera pregunta que se planteaba era si se trataba de un accidente o de un atentado terrorista, pero tanto las autoridades francesas como egipcias mostraron una gran prudencia y evitaron pronunciarse en uno u otro sentido hasta no tener más elementos de juicio, aunque el ministro egipcio de Aviación, Sherif Fathy, admitió que la hipótesis de «un ataque terrorista es más elevada que la de un fallo técnico».
Por su parte, Hollande dijo que no descartaban ninguna hipótesis, y aseguró que «sea un accidente o otra causa que todos tienen en mente, una hipótesis terrorista», entonces «cuando sepamos la verdad, tendremos que asumir las conclusiones» que se imponen, dejando así de forma implícita una puerta abierta a una respuesta militar. El avión desapareció repentinamente del radar de la torre de control de Atenas tras realizar dos giros violentos. Según el ministro de Defensa griego, Panos Kammenos, el aparato «efectuó un giro de 90 grados hacia la izquierda, y después otro de 360 grados a la derecha, cayendo de 37.000 a 15.000 pies –de 11.300 a unos 4.500 metros– de forma brusca, antes de desaparecer. En la última imagen que habían podido captar, el avión se encontraba a unos 3.000 metros de altitud.
Nada permitía presagiar esta desaparición repentina del avión. Poco antes del accidente, el piloto del MS804 había entrado en contacto con el control aéreo griego, cuando volaba a la altura de la isla de Kea. En la conversación no señaló ningún problema, y llegó a bromear al despedirse de sus interlocutores: «El tono era cordial, incluso nos dio las gracias en griego diciendo Efharisto [gracias]», comentó Constantin Litzerakos, jefe de los controladores aéreos en Atenas. Los griegos se pusieron en alerta de inmediato y enviaron un avión y una fragata a la zona. Les siguieron las autoridades chipriotas, egipcias y francesas, éstas enviaron un Falcon 50 que trabaja en la zona para la localización de inmigrantes en el Mediterráneo. Hubo cierta confusión en torno a la emisión de un mensaje de socorro, que finalmente fue desmentido por el Ejército egipcio. El vicepresidente de AirEgypt Ahmed Adel señaló que si había habido alguna señal en la zona, como indicaban algunos medios de comunicación, no había ningún elemento que permitiera decir que procedía del avión siniestrado.
La inmediatez de la desaparición y la falta de noticias hicieron temer lo peor desde el primer momento, y unas horas después se localizaron restos sospechosos, a 205 millas marinas al suroeste de la isla de Creta, y a 190 al sur de Cárpatos, en zona bajo control aéreo egipcio. Según el Ministerio griego de Defensa habían localizado «objetos de plástico y cuerdas», mientras que las autoridades egipcias hablaban de chalecos salvavidas. Sin embargo, tanto el Gobierno griego como el vicepresidente de EgyptAir desmintieron anoche que correspondieran al avión.
Airbus emitió un comunicado indicando que el aparato tenía 13 años y había acumulado 48.000 horas de vuelo, mientras que la aerolínea señaló que su piloto era un hombre con experiencia, con más de 6.000 horas de vuelo, y que el avión no llevaba ninguna carga especial, ni se había señalado la presencia a bordo de productos peligrosos. La Aviación civil francesa, por su parte, precisó que el avión había sido controlado por última vez en Bélgica el 29 de enero, y no hubo nada especial. Ahora, la investigación deberá determinar si fue un fallo técnico o un atentado terrorista lo que provocó la desaparición del avión. El fiscal de París anunció la apertura de una investigación. EE UU, mientras, no ha hallado por ahora evidencias de una explosión.
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