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Detenido en Madrid un miembro de las FARC por practicar abortos forzados

Fotografía facilitada por la Policía Nacional, de la detención de Héctor Albeidis Arboleda Buitrago.
Fotografía facilitada por la Policía Nacional, de la detención de Héctor Albeidis Arboleda Buitrago.larazon

Las guerrilleras eran violadas por sus compañeros, pero se les prohibía dar a luz «para no perderlas como instrumento de guerra»

La Guardia Civil detuvo ayer en Madrid, en una operación conjunta con Interpol, al ex guerrillero de las FARC Héctor A. Arboleda Buitrago, conocido dentro del grupo terrorista colombiano como «El Enfermero», bajo acusación de practicar entre 150 y 500 abortos forzados a mujeres y niñas indígenas. Arboleda, de 40 años, médico de profesión licenciado en Cuba, se encontraba en búsca y captura por «tortura agravada y aborto sin consentimiento» y había huido a España desde que se hizo público que la Fiscalía colombiana lo estaba investigando. Según medios de ese país, el detenido trabajaba en la capital de España, a donde habría llegado en 2013 con la intención de pedir asilo político.

Al parecer, el testimonio de otro enfermero de la organización criminal detenido hace días en Medellín aportó nuevos elementos para conducir a la detención de «El Enfermero», mientras que las autoridades de este país ya han pedido a España su extradición. Las investigaciones comenzaron a partir de las denuncias de guerrilleras desmovilizadas, en las que apuntaban a Arboleda como autor de decenas de abortos, muchos incluso en el octavo mes de embarazo, perpetrados como «una política de guerra» en zonas del Eje Cafetero y Chocó (oeste y centro del país), en los frentes 47 y 9 de las FARC. La Fiscalía afirma que tiene 150 casos comprobados.

Según Luis González León, de la Dirección Nacional de Seccionales y de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía de Colombia, hubo mujeres que murieron durante el aborto y otras muchas sufrieron lesiones. «Otras refirieron que esto para ellas fue una tortura», añadió. Las FARC, que actualmente negocian con el Gobierno un acuerdo de paz, han negado siempre estas acusaciones, diciendo que sus miembros tomaban medidas anticonceptivas.

El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, explicó que «tenemos elementos de juicio para demostrar que el aborto forzado fue una política de las FARC que estaba fundamentada en el hecho de forzar a la mujer combatiente para no perderla como instrumento de guerra».

Durante años, fue práctica habitual entre los miembros de las FARC la violación de mujeres, incluidas niñas de entre 11 y 17 años, a las que posteriormente se las obligaba a abortar. Y si se negaban, se enfrentaban a un juicio e incluso a la pena de muerte. Según el informe «Violencia Sexual como Crimen Internacional Perpetrado por las FARC», hasta 2011 al menos 1.800 guerrilleras fueron obligadas a interrumpir el embarazo. Hace años, una de las guerrilleras más famosas de las FARC, apodada «Karina», explicó a este periódico que los embarazos están prohibidos en la organización. También contó que varias mujeres habían sido fusiladas por dar a luz durante su militancia en la guerrilla. En sus años más duros como combatiente, Karina fue víctima de esta política, al tener una hija secretamente. Al poco tiempo del parto, la niña fue enviada con la familia de la madre.