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Análisis

"Es difícil ahora distinguir claramente en Merz entre retórica y declaraciones programáticas"

Günther Auth, profesor del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Ludwig Maximilian de Múnich, analiza la formación de Gobierno en Alemania

El líder de la CDU, Friedrich Merz, tras una reunión en la Cancillería el 5 de marzo CLEMENS BILANEFE

Friedrich Merz parece estar rompiendo algunos tabúes alemanes antes de convertirse en canciller. Acepta reformar el freno de la deuda para invertir en Defensa y habla abiertamente sobre cómo Alemania ya no puede depender de Estados Unidos para su seguridad...

Es difícil en este momento distinguir claramente entre retórica y declaraciones programáticas sustantivas. Los comentarios sobre la reforma del freno de la deuda pueden estar motivados para facilitar las conversaciones con el Partido Socialdemócrata (SPD), ya que este fue con toda probabilidad el punto más destacado que finalmente llevó a la división del Gobierno tripartito anterior. Los comentarios de Merz sobre la relación entre Alemania y Estados Unidos resuenan con sentimientos ampliamente compartidos entre las élites políticas de toda Europa con respecto a la Administración de Donald Trump. Esto podría entenderse como un movimiento táctico de Merz y la Unión Cristianodemócrata (CDU), que tradicionalmente ha sido el defensor más decidido de una estrecha asociación entre Estados Unidos y Alemania, para unirse a las filas en Europa que buscan una distancia con el Gobierno estadounidense actual y que están listas para consolidar lazos con los demócratas estadounidenses que ahora están en la oposición. Al fin y al cabo, son los demócratas los que representan a las fuerzas del capital transatlántico, con las que Merz está afiliado desde hace tiempo.

¿El acuerdo para invertir 500.000 millones de euros durante la próxima década en la mejora de las infraestructuras germanas representa una victoria para el SPD?

Las observaciones sobre la necesidad de invertir en infraestructuras probablemente tengan como objetivo facilitar las conversaciones con el SPD y señalar que el nuevo Gobierno puede estar dispuesto a rejuvenecer a Alemania como centro europeo del comercio y la industria. Una vez más, es difícil distinguir entre retórica y sustancia, ya que fue un Gobierno dirigido por la CDU bajo la dirección de la excanciller Angela Merkel el que había descuidado las inversiones en las infraestructuras críticas (carreteras, puentes, ferrocarriles) debido a su compromiso de reducir las deudas estatales. Queda por ver si la CDU puede forjar estrategias efectivas en este sentido, dado que la cantidad de dinero será enorme.

¿Prevé unas negociaciones de coalición rápidas para formar un Gobierno antes de Pascua?

Parece que la CDU y el SPD sienten la presión de instalar un nuevo Gobierno lo antes posible. Dado que ambas partes tienen muchos puntos en común en lo que respecta a los principales aspectos de la política económica y exterior, parece muy probable que las conversaciones terminen antes de Semana Santa.

¿Cómo puede influir en la futura Gran Coalición el hecho de que el futuro canciller, Merz, no haya ocupado anteriormente un cargo gubernamental?

Los Gobiernos de Alemania han dependido durante mucho tiempo del asesoramiento experto de fuerzas de base, lo que significa que el estilo de gobierno se caracterizará más por la coordinación de dichas fuerzas y no tanto por lo que los tradicionalistas perciben como «liderazgo». Además, el margen de maniobra político se ha reducido significativamente con el tiempo, debido al peso creciente de organizaciones internacionales como la UE, el FMI, la OTAN, la Organización Mundial del Comercio, etc., lo que sugiere que Merz seguirá presidiendo una forma de formulación de políticas muy burocratizada.