Política

Guerra en Siria

El clan del «faraón» mantiene sus cuentas en Suiza

La Razón
La RazónLa Razón

Cuando el dictador Hosni Mubarak y su familia cayeron en desgracia después de la revolución de 2011, lo primero que pidieron los egipcios es que devolvieran todo el dinero robado durante los 30 años de dictadura del «faraón». Los ciudadanos habían estado sufriendo la falta de libertades y democracia, pero la mayor parte del pueblo estaba resentido por la corrupción cada vez más descarada de la familia gobernante y sus amigos, mientras el país estaba cada vez más empobrecido. La primera dama, Suzanne Mubarak, era especialmente odiada por su esnobismo y «glamour», que molestaba a un pueblo sencillo y muy lejano de esa mujer sin velo, con falda, siempre perfectamente maquillada y peinada. Suzanne jamás llegó a ser acusada formalmente ni arrestada porque alcanzó un acuerdo con el Estado: la primera dama devolvió varios millones de dólares robados así como una mansión en El Cairo, a cambio de su libertad. Desde entonces ha guardado un perfil muy bajo, visitando a su marido e hijos en la cárcel o en el hospital, y sin aparecer jamás en los medios. Gamal y Alaa Mubarak fueron arrestados en abril del 2011, junto a su padre, y desde entonces han permanecido en la prisión de Tora acusados de corrupción y otros delitos financieros, relacionados con empresas egipcias e incluso con la Bolsa de El Cairo. Hay varios casos aún abiertos contra ellos, dado que se cree que fueron los que más se enriquecieron, junto con la mujer de Alaa, Heidi, a nombre de los cuales están registradas decenas de propiedades inmobiliarias. En un principio se dijo que la familia Mubarak había acumulado miles de millones de dólares, pero esa cifra se rebajó posteriormente.

Las autoridades egipcias todavía buscan recuperar los fondos que se encuentran en el extranjero, en cuentas bancarias en Suiza, y también aquellos en manos del empresario Husein Salem, actualmente investigado por corrupción en España, donde posee mansiones en Marbella y la Moraleja.