Estado Islámico
El EI declara la guerra a Trump
La lucha con EE UU será «abierta», dicen los yihadistas, que celebran la victoria del magnate porque siembra la discordia en Occidente.
La lucha con EE UU será «abierta», dicen los yihadistas, que celebran la victoria del magnate porque siembra la discordia en Occidente.
A pesar de que durante toda su campaña el magnate Donald Trump no dudó en atacar a la comunidad musulmana, ya sea hablando de prohibir la entrada de los musulmanes en EE UU o con sus reiteradas críticas a Arabia Saudí y su monarquía, en los foros yihadistas se ha dado la bienvenida a su victoria electoral. Para los extremistas radicales, la elección presidencial de Trump sembrará una mayor división y expondrá lo que describieron como «el odio y el racismo de Occidente hacia los musulmanes».
Éste es precisamente uno de los argumentos más utilizados por la retórica yihadista del Estado Islámico (EI), que ha enfatizado que «Occidente busca la destrucción del islam y está en guerra con sus seguidores». En pleno apogeo del Califato Islámico, el mismo Abu Bakr Al Bagdadi llamó a los musulmanes de Occidente a «abandonar la vida en el extranjero y acudir a los territorios que controla o arriesgarse a vivir en la indignidad y la opresión en las sociedades occidentales».
«La victoria de Trump es un paso importante hacia la victoria de los suníes», dijo el clérigo Abdulá al Muhaisni, autoridad prominente entre los círculos radicales en Siria, y del que Washington sospecha que tiene vínculos con Al Qaeda. «Hace tiempo que tratamos de explicar que la lucha no es contra el terrorismo, sino contra los suníes y los muyahidines, que son los que están en primera línea», manifestó en un tuit. «La estrategia americana no cambiará mucho, lo que ha cambiado es que la guerra es abierta y no secreta, y eso es algo bueno», agregó Muhaisni, quien dijo que la victoria de Trump sentará las bases para «sangrientas batallas y un gran caos». Por su parte, Abu Mohamed al Maqdisi, una figura clave de Al Qaeda que llegó a compartir celda con el fundador del EI, Abu Musab al Zarqawi (ex líder de Al Qaeda en Irak), señaló que espera que la elección de Trump «anuncie la ruina de EE UU». «Trump revela la mentalidad real de los estadounidenses y su racismo hacia musulmanes y árabes; sólo revela lo que sus predecesores han mantenido escondido», argumentó en las redes sociales.
Otro yihadista que se autodenomina Khorasani argumentó que no hay por qué tener más miedo a Trump que a Alá, pues para él, la victoria del multimillonario es una especie de «justicia poética». Tanto Al Qaeda como el EI coincidieron en que «los musulmanes ya no estáis seguros en Occidente». Igualmente, seguidores de la organización yihadista mostraron su entusiasmo por la victoria de Trump en la red de mensajería cifrada Telegram.
«Alegraos, va a sacar la cara fea de América», escribió un internauta afín al grupo terrorista. «La victoria de Trump es buena cosa para la nación musulmana», se alegró otro. «La vulgaridad de Trump molestará a los tiranos árabes y ampliará el campo de la yihad», indicó un participante en un foro en línea frecuentado por partidarios del EI. Otro usuario lanzó un «llamamiento urgente» en otro foro para que los partidarios del Estado Islámico envíen mensajes «racistas» pro y antiTrump. «Así podemos incendiar las diferencias y los problemas en el país, quizás retirarán sus ejércitos o los distraerá de nuestro valioso Estado», explica, haciendo alusión al autoproclamado «Califato» del EI en Siria e Irak.
Las reacciones de los extremistas radicales sobre la victoria de Trump también llegan desde Pakistán. El grupo de los Talibanes Paquistaníes (TTP) pidió a Trump que en su presidencia abandone las políticas contra el islam y la liberación de los presos musulmanes encarcelados en su país. El portavoz talibán Mohammed Khurasani instó en un comunicado a que «debe abandonar las políticas antiislam en nombre del terrorismo y liberar a todos los prisioneros musulmanes, especialmente a Aafia Siddique», condenada a 86 años por un tribunal de EE UU, país donde vivió durante años tras ser detenida en Afganistán acusada de tratar de matar a soldados estadounidenses. El portavoz talibán pidió a Trump el fin al apoyo militar de EE UU a Pakistán en la lucha contra el terrorismo. «Pakistán se creó en nombre del islam y, por lo tanto, queremos la ley islámica», demandó.
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