Trípoli

El Ejército libanés denuncia un supuesto complot para llevar al país a la guerra

Las Fuerzas Armadas del Líbano denunciaron hoy un supuesto complot para llevar al país a la guerra, tras los últimos incidentes registrados en la ciudad septentrional de Trípoli y en el interior de Siria.

Las Fuerzas Armadas del Líbano denunciaron hoy un supuesto complot para llevar al país a la guerra, tras los últimos incidentes registrados en la ciudad septentrional de Trípoli y en el interior de Siria.

La Comandancia del Ejército, en un comunicado, instó a los ciudadanos a "desconfiar de los complots que intentan hacer retroceder al Líbano y arrastrarlo a una guerra absurda"y aseguró que, si es necesario, recurrirá a la fuerza para impedirlo.

Asimismo, pidió "desconfiar de las campañas de difamación de algunas partes políticas y religiosas".

"Los libaneses no deben dejarse arrastrar por grupos que tienen por objetivo utilizar la violencia para lograr sus fines. No escatimaremos esfuerzos para evitar que inocentes paguen el precio de aquellos que quieren llevar el Líbano al caos", se apunta en la nota.

Desde el inicio del conflicto en Siria en marzo de 2011, el Líbano ha adoptado una postura de neutralidad.

Sin embargo, el líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, indicó recientemente que no pueden "permanecer con los brazos cruzados cuando atacan a Siria", uno de sus principales aliados.

La tensión ha aumentado después de que el pasado miércoles el régimen de Damasco, supuestamente apoyado por milicianos de Hizbulá, recuperase el control de la estratégica localidad siria de Al Quseir, próxima a la frontera con el Líbano.

Mientras, en el interior del Líbano, el Ejército libanés aseguró que ha reforzado la seguridad en Trípoli, donde anoche resultaron heridas seis personas en choques entre partidarios y opositores al régimen sirio de Bachar al Asad.

Desde el pasado 19 de mayo, al menos treinta personas han muerto y unas trescientas han resultado heridas por los enfrentamientos entre los vecinos del barrio de Bab el Tebaneh, de mayoría suní y favorable a los rebeldes sirios; y el de Yabal Mohsen, de predominio alauí (chií), secta a la que pertenece Al Asad.

Además, se han desplegado más fuerzas militares en la ciudad meridional de Sidón, en Beirut y en la zona central de Monte Líbano.