Política

Ginebra

El enriquecimiento de uranio es un punto muy difícil en la negociación con Irán

La cuestión del enriquecimiento de uranio dentro de Irán es uno de los aspectos "más difíciles, importantes y sensibles"de las negociaciones que mantiene con un grupo de seis potencias sobre su programa nuclear, confirmó hoy el viceministro de Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araqchi. Consideró "obvio"que su país no aceptará un acuerdo que no incluya la posibilidad de realizar el proceso de enriquecimiento "de principio a fin", lo que no excluye la posibilidad de que se le permita hacerlo hasta el 5 por ciento, como ha trascendido que sería una de las ofertas del grupo de países con el que negocia.

El avance del programa nuclear iraní le ha permitido enriquecer uranio hasta el 20 por ciento y que "está claramente por encima de lo requerido para un uso pacifico", según la posición de la Unión Europea.

Una propuesta anterior, que era permitir que Irán importara uranio enriquecido para su programa nuclear civil, fue rechazada por Teherán.

Araqchi mantuvo que sólo aceptarán "un acuerdo que reconozca ese derecho (a enriquecer uranio) a corto, medio y largo plazo".

Insistió en que "el principio"del enriquecimiento de uranio "no es negociable", aunque enseguida matizó al decir que sí lo son las características del mismo, o sea, su alcance, nivel y localización, que pueden ser "sujetos a discusión".

Irán mantiene la posición de que el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) establece el derecho de los Estados parte a enriquecer uranio con fines pacíficos, como afirma que es su intención.

Un alto funcionario estadounidense que participa en las negociaciones con Irán señaló en la víspera que hay que superar las interpretaciones sobre la legalidad o no de ese procedimiento.

En ello coincidió hoy el viceministro iraní: "Los desacuerdos e interpretaciones sobre el TNP no son útiles en este momento. El enriquecimiento debe continuar en la práctica y ser respetado por escrito".

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aseguró hoy que la cuestión de si se permitirá a Irán enriquecer uranio y hasta qué punto no estará incluida en un eventual acuerdo que resulte de las negociaciones que se realizan ahora.

"Lo que decida o no hacer un país o lo que se le permita hacer bajo las reglas, es algo que depende de una negociación", explicó.

Por otra parte, Araqchi dijo que otro obstáculo mayor para el progreso de las negociaciones es la desconfianza que ha provocado en el equipo negociador iraní los supuestos desacuerdos entre las seis potencias con las que negocia sobre su programa nuclear.

"Si tal desconfianza se reanima no habrá progreso en las conversaciones", declaró a la prensa iraní que acompaña a la delegación llegada de Teherán para participar en la ronda de negociaciones que se iniciaron ayer en Ginebra.

Al término de la anterior tanda de negociaciones, celebrada hace menos de dos semanas, se creía que un acuerdo era inminente, pero finalmente no se concretó y se acusó a Francia de ser la causante de que no se consiguiese un entendimiento.

Fuentes de EEUU y de la Unión Europea han intentado en la víspera convencer de que los países del G5+1 actúan con unidad y que si no se firmó el acuerdo en ese momento fue porque todas las partes necesitaban regresar a sus capitales y realizar consultas directas con sus gobiernos.