Política

Espionaje en EEUU

El móvil de Merkel pone a prueba las últimas tecnologías de espionaje

Su sistema de encriptado sólo funciona si es compartido por el receptor

La Razón
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Hasta hace apenas unos meses, Angela Merkel y el resto de miembros del Gobierno Federal utilizaban dos aparatos para sus comunicaciones. Por un lado, para las llamadas de voz, se utilizaban diversos terminales móviles de la serie 60 de Nokia modificados por la empresa de seguridad Secusmart, con sede en Düsseldorf. Por otra parte, para el envío de datos y correo electrónico se utilizaba, según publica el diario alemán «Die Welt», un segundo aparato llamado Simko 2, desarrollado por Deutsche Telekom en colaboración con diversas compañías alemanas especializadas en tecnología de seguridad. Secusmart incorporaba en los Nokia un «Kripto-chip» que se inserta en el «smartphone» como una tarjeta mini-SD y permite al usuario del teléfono elegir si quiere utilizar el terminal con encriptación o sin ella. De esta manera la conversación es completamente segura, pero sólo si el destinatario de la comunicación también está utilizando un terminal encriptado, cuyo precio estimado puede alcanzar los 3.000 euros.

Debido a que las comunicaciones en la red GSM son, desde hace años, facilmente descifrables, Secusmart utiliza un algoritmo para encriptar las comunicaciones basado en «curvas elípticas» originadas en Alemania, ya que las generadas por el Instituto de Seguridad NIST de los Estados Unidos podrían haber sido manipuladas por la NSA. Los encargados de la seguridad de las cominicaciones del Gobierno Federal aseguran también que es muy poco improbable que se haya producido un acceso físico al terminal utilizado por la canciller. Además, la Oficina Federal de Seguridad e Información (BSI, por sus siglas en alemán) sólo autoriza a los miembros del Gobierno a transmitir con sus teléfonos moviles documentos e información clasificada en el cuarto y último nivel de secreto oficial.

Desde septiembre los miembros del Gobierno utilizan la nueva Blackberry Z10 modificada también por Secusmart. Este teléfono establece una estricta separación entre las aplicaciones que se usan en abierto y las que utilizan encriptación. Este nuevo terminal también posee una restricción en su utilización al cuarto nivel de secreto de Estado: «Sólo para uso interno». La clave está, por lo tanto, en los procesos de encriptación que protegen desde móviles hasta tarjetas de crédito pasando por los cajeros de los bancos y parece ya no son ningún secreto parala sofisticada teconología de la NSA.