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El nuevo presidente iraní pide el fin de las sanciones

El nuevo presidente iraní posa en su oficina en Teherán
El nuevo presidente iraní posa en su oficina en Teheránlarazon

La investidura de Hasan Rohani ayer como nuevo presidente de la República Islámica de Irán puede haber sido el comienzo de una nueva era en las relaciones de dicho país con Occidente. Rohani expresó en su discurso su deseo de «respeto» y no de «antagonismo». Poco tiempo después, la Casa Blanca reaccionó con un tono de reservado optimismo.

Cuando Rohani fue elegido en el mes de junio, y tras señalar públicamente que el pueblo iraní quería un cambio, Occidente vio en el sucesor de Ahmadineyad un líder con un tono conciliador. Ello despertó esperanzas tanto en Europa como en Estados Unidos. Sin embargo, Israel no se apresuró a abrigar optimismo y aclaró que Rohani sería juzgado «de acuerdo a sus acciones» y no por sus palabras. Y ahora, al haber asumido ya en la práctica la presidencia, Rohani acaba de enviar un mensaje de conciliación y una advertencia al mismo tiempo a Occidente, un día después de haber dicho que Israel «es una vieja mancha en el cuerpo del mundo islámico que debe ser quitada».

«La única forma de interacción con Irán es mediante el diálogo y sobre una base de igualdad, construyendo la confianza y el mutuo respeto mientras se reduce el antagonismo y la agresión», dijo ayer Rohani en el discurso central, pronunciado después de prestar juramento como nuevo presidente, en una ceremonia en el Majlis, el Parlamento. «Si deseáis recibir la respuesta apropiada, no habléis a Irán con el lenguaje de las sanciones, sino con el lenguaje del respeto».

Cabe recordar que el pasado jueves, la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano aprobó por 400 votos a favor y 20 en contra una propuesta para adoptar sanciones más severas contra Irán en un intento de presionarle para que ponga fin a su programa nuclear. Según dicha propuesta, las exportaciones iraníes de petróleo serían recortadas en otro millón de barriles por día, con la declarada intención de limitar los fondos que tendría a su disposición para continuar financiando dicho plan nuclear. La diferencia de enfoque entre el Congreso y la Administración Obama es notoria. El primero continúa viendo en Irán a un enemigo al que se debe frenar, y la presidencia deja claramente la puerta abierta a un cambio, aunque no se apresura a abrazar a al nuevo líder.

«La inauguración del presidente Rohani constituye una oportunidad para que Irán actúe rápidamente para resolver las profundas preocupaciones de la comunidad internacional respecto al programa nuclear de Irán», dijo ayer en un comunicado la Casa Blanca. «Si este nuevo Gobierno opta por actuar de una forma significativa y seria a fin de responder a sus obligaciones internacionales y hallar una solución pacífica al tema (nuclear), hallará en los Estados Unidos a un interlocutor dispuesto».

Los nombramientos ministeriales de Rohani, que presentó ya ayer su gabinete compuesto por conocidos tecnócratas –especialmente para los cargos de embajador ante Naciones Unidas y para canciller– fueron tomados como una señal de que quiere ponerse rápidamente a trabajar en serio.

Menos optimismo existe en torno a la cuestión israelí. El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que «el presidente de Irán ha sido reemplazado, pero el objetivo del régimen no». Según el jefe del Ejecutivo israelí, dicha meta es «desarrollar capacidad nuclear y tener armas atómicas, con el fin de destruir al Estado de Israel, lo cual constituye un peligro no sólo para nosotros y para el Oriente Medio, sino para el mundo entero». Netanyahu, que recalcó que «estamos comprometidos a impedirlo», sostuvo que «el verdadero rostro de Rohani fue revelado más temprano de lo esperado» y añadió que «incluso si ahora se apresura a desmentir lo que dijo, eso es lo que piensa y ese es el plan del regimen iraní».

Moderados y tecnócratas formarán el nuevo Gobierno

El nuevo presidente iraní presentó ayer la lista de los ministros que formarán parte de su gabinete, en el que ha incluído a funcionarios que sirvieron en los gobiernos tanto del reformista Mohamed Jatami como del centrista Hashemi Rafsanjani. Rohani ha elegido a figuras que se han formado en instituciones de California, Washington y Londres. Según informa Reuters, el presidente propuso a Mohammad Javad Zarif, diplomático de la misión iraní en la ONU durante cinco años, como ministro de Asuntos Exteriores. También eligió a Mahmud Alavi, un clérigo y ex legislador, para la cartera de Inteligencia. Asimismo, espera que Hosein Dehghan –un ex comandante de la poderosa Guardia Revolucionaria– sea su ministro de Defensa. En la cartera de Economía, Rohani ha escogido a Alí Tayeb-Nia, que ocupó puestos gubernamentales bajo la presidencia de los últimos tres líderes iraníes. Aún así, el Parlamento estudiará a los candidatos y debe dar su visto bueno a los ministros propuestos por Rohani antes de que éstos puedan jurar su cargo.