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Entra en vigor una parte del veto migratorio de Trump

Las nuevas restricciones excluyen a todos los ciudadanos de seis países musulmanes sin un «vínculo fiable» con Estados Unidos

La gente espera la llegada de los últimos vuelos ante de la entrada en vigor del veto en el aeropuerto JFK de Nueva York
La gente espera la llegada de los últimos vuelos ante de la entrada en vigor del veto en el aeropuerto JFK de Nueva Yorklarazon

Las nuevas restricciones excluyen a todos los ciudadanos de seis países musulmanes sin un «vínculo fiable» con Estados Unidos.

Donald Trump implementó anoche de manera parcial el veto a la entrada de refugiados y ciudadanos de seis estados de mayoría musulmana que no tengan vínculos con entidades estadounidenses o familia cercana en este país, término en el que el Gobierno fijó unos polémicos límites. «Vivimos en un tiempo muy peligroso y el Gobierno de EE UU necesita todas las herramientas a su disposición para evitar que los terroristas entren en el país y desencadenen actos de violencia», dijo uno de los funcionarios.

Esas directrices establecen que los que quieran ingresar a EE UU deberán demostrar una relación con padres, cónyuges, hijos, yernos, nueras o hermanos que ya estén en territorio estadounidense. Excluidos de esa categoría de «familiares cercanos» quedan los abuelos, nietos, tíos, sobrinos y primos, que no podrán servir de nexo con sus familiares en el exterior para tramitar su entrada.

Han tenido que pasar cinco meses para que se pudiese aplicar la controvertida prohibición de viaje del presidente. A esto se añade una revisión en marzo en la que tuvo que sacar de la lista a Irak. Los bloqueos de los tribunales, entre los que destacaron el de la corte del 9º Circuito de San Francisco (California) y el del 4º de Richmond (Virginia), y después elevarse al Tribunal Supremo, que el lunes autorizó la aplicación de la prohibición a los viajeros de Irán, Siria, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.

Aún quedaba la gran prueba de fuego de ayer después del caos en los aeropuertos con la primera orden ejecutiva. Su aplicación, que empezó ayer a las ocho de la tarde (dos de la mañana en España). El portavoz del Servicio de Protección de Fronteras y Aduanas, Dan Hetlage, indicó que «la agencia espera total normalidad en nuestros puertos de entrada». Según el fallo de los jueces de la Corte Suprema, los pasajeros de las naciones vetadas que tienen ya visado podrán entrar en Estados Unidos. En cambio, las personas que quieran venir al país y carezcan de esa autorización tendrán que probar que tienen un familiar o una relación con una entidad, que puede ser una escuela o una empresa.

De momento, se desconoce el alcance de estas restricciones, debido a que los residentes de los países vetados no suelen venir a Estados Unidos de vacaciones y los que viajan ya son sometidos a grandes investigaciones antes de obtener las autorizaciones necesarias. Sin embargo, los grupos de derechos civiles como ACLU, uno de los que ha interpuesto una demanda contra el veto presidencial, han criticado la aplicación de esta norma, que fue una de las grandes promesas de Trump durante su campaña electoral.

En un comunicado, se pone de manifiesto que la orden «es restrictiva de forma extrema, arbitraria y condena a los musulmanes», a pesar de que la misma es una medida temporal que sí permite al presidente republicano apuntarse un tanto de cara a su electorado. El polémico veto ha llevado incluso al presidente a cargar contra los jueces que se pronunciaran en contra del mismo después de que firmase el decreto el 27 de enero. Entonces, se creó un gran malestar también entre los miembros del Gabinete de Trump, a los que no se consultó el texto de la misma orden y su manera de aplicarlo. Horas después de entrar en vigor, el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, mantuvieron una tensa teleconferencia con el equipo de la Casa Blanca debido a la falta de coordinación.