Política

Bruselas

España como ejemplo de la doctrina alemana

Compromiso en la ayuda contra el paro

España como ejemplo de la doctrina alemana
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Para su segunda Gran Coalición, Merkel se ha rodeado de un equipo de escuderos fieles que la han acompañado desde su llegada al poder en 2005. El veterano Wolfgang Schäuble, político de los tiempos de Helmut Kohl y el ministro más europeísta del Gabinete, repite como ministro de Finanzas. Schäuble es la mano derecha de la canciller para batirse el cobre en Bruselas defendiendo los interes de Alemania en la UE, como bien se ha demostrado esta semana con la Unión Bancaria. Entre sus filas cristianodemócratas (CDU), Merkel también cuenta con otro gran aliado: Ursula von der Leyen, su ministra protegida y posible sucesora. La canciller ha querido agradecerle su buena gestión como ministra de Trabajo durante la pasada legislatura, convirtiéndola en la primera mujer al frente del Ministerio de Defensa. Gracias a su pasada experiencia ministerial, Von der Leyen es una buena conocedora del drama del paro en España. De hecho, en mayo pasado, firmó con su homóloga española, Fátima Báñez, un acuerdo para que 5.000 parados de nuestro país se trasladen a Alemania para estudiar y trabajar. Es decir, para que se beneficien de la exitosa «formación» dual alemana. En el primer discurso parlamentario tras su investidura, Merkel dibujó las líneas maestras de la «GroKo» (acrónimo de la Gran Coalición) en política europea. La canciller no sólo se ratifica en su política de austeridad, sino que atribuye a la misma los avances en algunos países rescatados. «Irlanda y España, dos países que, fruto de las reformas, han podido abandonar sus programas de ayuda, lo que demuestra que en estos países han pasado muchas cosas y tengo que felicitarlos», aseguró en el Bundestag. Pese a los parabienes del profesor, lo cierto es que el alumno no puede dormirse en los laureles.

Entre las 185 páginas del programa de coalición firmado por la CDU/CSU y el SPD, se hace hincapié en reducir la deuda pública tras unos años en los que este criterio de convergencia había sido descuidado en favor del control del déficit público. «Vamos a dejar de pedir préstamos y reducir el ratio de deuda». Unas finanzas sólidas con presupuestos equilibrados son esenciales.