
Bruselas
La UE espera que Estados Unidos se de cuenta de que Putin no quiere la paz tras el último bombardeo
Los Veintisiete insisten en presionar a Rusia y discutirán en mayo un nuevo paquete de sanciones
La UE confía en que el último ataque perpetrado por Rusia en Ucrania convenza a Estados Unidos de que Vladimir Putin no quiere la paz. Los ministros de Exteriores de los Veintisiete se han reunido este lunes en Luxemburgo, pocas horas después del brutal bombardeo contra la población civil de Sumy, durante el Domingo de Ramos, y que se cobró la vida de al menos 35 personas, dos de ellos niños.
Pero, de momento, parece que estas llamadas de atención a Washington no están surtiendo efecto. Si bien para la mayoría de las cancillerías europeas está claro que este ataque contra civiles indefensos fue deliberado por parte del ejército ruso, Donald Trump considera que ha sido “algo horrible” pero que se cometió por “error”.
Kayas ha evitado asegurar que Estados Unidos se equivoca en su apreciación de los acontecimientos, pero ha apelado a presionar a Moscú. “Creo que es del interés de todos de que Rusia se de cuenta de que ha cometido un error al atacar a Ucrania, ya que no puede ganar en Ucrania porque la voluntad del pueblo ucraniano no se ha roto y los países europeos y no solo ellos permanecen al lado de Ucrania. Creo que ahora todo el mundo tiene claro que para terminar con las matanzas hay que presionar a Rusia que de hecho es la responsable de estas matanzas”, ha asegurado.
"Espero que Trump vea que Rusia se está burlando de su buena voluntad"
El ministro polaco, Radoslwa Sikoski, confía en que este bombardeo haga recapacitar a la Casa Blanca sobre las negociaciones de paz que está auspiciando. “Espero que Trump vea que Rusia se está burlando de su buena voluntad”, ha declarado. “Rusia solo está usando este tiempo para reforzarse militarmente y eso debería estar claro también para EE UU”, ha corroborado su homóloga austriaca, Beate Meinl-Reisinger.
Francia incluso ha pedido a Washington que prepare un nuevo paquete de sanciones, tal y como está haciendo la UE. “Creo que los EE UU, que se han entregado mucho para conseguir un alto el fuego, el propio presidente Trump ha dedicado mucho tiempo y energía, pueden también, a través de sanciones que están preparadas, forzar, obligar a Vladímir Putin a sentarse en la mesa de negociación”, ha asegurado el ministro de Exteriores francés, Jean- Noël Barrot.
El titular de Exteriores español, José Manuel Albares, se ha sumado a las voces que piden la adopción de un nuevo paquete de sanciones por parte de la UE, si bien ha evitado solicitar a Washington que haga lo mismo. Según el jefe de la diplomacia española, Putin “ayer demostró su nula voluntad para avanzar en un alto el fuego”.
Lo cierto es que la UE lleva semanas preparando el decimoséptimo paquete de sanciones que ponga en el punto de mira la denominada “flota fantasma”. Kallas ha reconocido que sancionar el gas y el petróleo tendría “un mayor efecto” ya que con los ingresos de los hidrocarburos está financiando Putin su maquinaria de guerra, pero también ha resaltado la dificultad de alcanzar la unanimidad de las cancillerías europeas, en referencia al veto de Hungría.
La UE presentará la nueva ronda de sanciones en mayo
“Mi opinión es que deberíamos poner sobre la mesa un paquete fuerte y, si es posible, con nuestros aliados internacionales”, ha asegurado la máxima representante de la diplomacia comunitaria sobre la oportunidad de que la UE sustituya el gas licuado que sigue comprando a Rusia por el de Estados Unidos. Se espera que la Comisión Europea presente esta nueva ronda de sanciones en el mes de mayo para que sea debatida por las cancillerías europeas.
Aunque el plan presentado por Kallas para armar a Ucrania por valor de 40.000 millones de euros a través de un nuevo instrumento ha sido un fracaso, la ex primera ministra estonia se ha felicitado de que su propuesta para enviar a Kiev dos millones de municiones haya alcanzado el objetivo de dos tercios.
El pasado viernes, se reunió en la sede de la OTAN en Bruselas el denominado Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, formado por 50 países. Tras el encuentro, se anunció ayuda adicional para armar al país valorada en 21.000 millones de euros. Además, en las últimas horas, el próximo canciller alemán, Friedrich Merz, ha defendido la posibilidad de enviar misiles Taurus de largo alcance a Kiev, una medida a la que siempre se negó el actual canciller Olaf Scholz.
Ahora una de las grandes dudas es cómo actuará Washington en caso de que llegue a la conclusión de que Rusia no quiere un alto el fuego, tal y como creen las cancillerías europeas. Durante su visita a la residencia de Donald Trump en Florida, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, propuso el 20 de abril como fecha límite para declarar un alto el fuego y presionar a Moscú.
El propio secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró hace dos semanas en Bruselas que esperaba saber “en semanas, no en meses” si Moscú se está tomando en serio la posibilidad de alcanzar la paz en Ucrania y descartó “negociaciones interminables”.
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