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Armamento

Estados Unidos se quiere deshacer de esta ametralladora y tiene sus razones para hacerlo

El Ejército de Estados Unidos se embarca en un ambicioso programa para modernizar su armamento principal

Ametralladora Minimi MK3 de 5,56 mm FN Herstal

El Ejército de Estados Unidos ha puesto en marcha un importante plan para sustituir su ametralladora media M240B, un arma que lleva en servicio desde finales de los años setenta. Este programa, de notable envergadura, busca la renovación de una pieza clave en su arsenal, con una inversión considerable. La modernización del armamento de defensa estadounidense continúa tras la actualización de uno de sus bombarderos más icónicos.

Bautizado como Futura Ametralladora Media (FMMG, por sus siglas en inglés), el proyecto contempla una financiación que asciende a los 3.600 millones de dólares. El objetivo principal es dotar a las tropas de infantería de una mayor capacidad de fuego y una tecnología más avanzada.

La M240B, actualmente calibrada para proyectiles de 7,62 milímetros, ha sido un pilar para las unidades terrestres desmontadas durante décadas. La sustitución busca mejorar la eficacia en el combate cercano y el ritmo de las operaciones militares.

Un relevo necesario para el combate terrestre

El programa de la Futura Ametralladora Media se ha concebido como un sistema de arma de fuego directo, alimentado por cinta y operado por equipo, destinado a reforzar la capacidad ofensiva de los pelotones. Según apuntan desde Armytimes, este proyecto de modernización cuenta con un presupuesto de 3.600 millones de dólares, una cifra que abarca los costes de investigación, desarrollo, adquisición y adjudicación de contratos.

El Ejército subraya en sus documentos presupuestarios que la FMMG permitirá a los pelotones de fusileros suprimir y destruir orgánicamente objetivos de personal enemigo, además de mantener el ritmo operativo. La nueva arma está diseñada para proporcionar una letalidad y una capacidad superiores en comparación con las ametralladoras actuales que emplean las unidades y que llega cuando Rusia está cerca de contar con la nueva generación de ametralladoras fabricadas por Kalashnikov, las RPL-20.

Este nuevo armamento está priorizado para los soldados que forman parte de las fuerzas de combate cercano, incluyendo la infantería, los exploradores, las fuerzas de operaciones especiales y los ingenieros de combate. La iniciativa responde a la necesidad de equipar a estas unidades con herramientas bélicas avanzadas para escenarios de confrontación directa.

La búsqueda de la munición óptima

Los documentos del presupuesto no especifican el calibre de la nueva FMMG. Esta ausencia de mención se produce en un contexto donde el Ejército estadounidense ha estado explorando y adoptando nuevos calibres para su armamento ligero, buscando mayor eficacia en el campo de batalla.

Recientemente, el Ejército comenzó a desplegar fusiles y ametralladoras automáticas de la Next Generation Squad Weapon, calibradas para proyectiles de 6,8 milímetros. Estos nuevos sistemas buscan reemplazar al fusil M4 y a la ametralladora ligera M249, ambos en calibre 5,56 milímetros, ofreciendo mejor precisión y letalidad que el 7,62 milímetros, según han señalado portavoces oficiales.

De forma paralela, las Fuerzas de Operaciones Especiales, los Marines y, más recientemente, el propio Ejército, han estado evaluando ametralladoras calibradas para el potente .338 Norma Magnum. Esta iniciativa de prueba muestra un interés considerable en explorar opciones que proporcionen mayor alcance y potencia para determinadas misiones.