Cumbre de la UE

Europa da la espalda al drama de Lampedusa

La UE pospone a 2014 las medidas contra la inmigración ilegal, el día que llegan 800 sin papeles más a las costas italianas

Inmigrantes a bordo del 'San Marco Mare Nostrum' tras ser rescatados a unas 25 millas de Lampedusa
Inmigrantes a bordo del 'San Marco Mare Nostrum' tras ser rescatados a unas 25 millas de Lampedusalarazon

La Unión Europea demostró ayer una vez más su escasa capacidad de reacción. Pese a que la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de Bruselas se vio arrastrada por la dramática actualidad de la inmigración ilegal en el Mediterráneo con la interceptación ayer de nuevo de 775 personas en una embarcación en las costas italianas, los resultados de las deliberaciones fueron escasos. En sus conclusiones, los 28 plantearon la necesidad de actuar de manera «determinada» para prevenir nuevas muertes, pero no movilizaron nuevos recursos económicos ni humanos para tomar medidas. En cambio, anunciaron que en su próxima reunión de diciembre «discutirán» iniciativas concretas y en junio de 2014 abordarán «desde una perspectiva más amplia y a más largo plazo» (como ya estaba previsto antes de la tragedia) la reforma de la política migratoria.

Los líderes europeos resaltaron «la importancia de enfrentarse a las causas profundas de los flujos migratorios mediante el refuerzo de la cooperación con los países de origen y de tránsito de la migración ilegal, a través de un apoyo adecuado de la UE al desarrollo y una política de retorno eficaz». Así lo subrayó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para quien es importante que se trate este fenómeno como «una política de la UE, de todos los países conjuntamente, que es mucho más fácil de hacer que si actuamos todos y cada uno por nuestra cuenta». «Hay que hacer un esfuerzo que pasa por desarrollar económicamente los países de origen, para que la inmigración sea sólo una opción y no por supervivencia», añadió.

Los 28 indican en sus conclusiones que la política de inmigración debe basarse «en el imperativo de prevención y protección» y guiarse «por el principio de solidaridad y el reparto justo de responsabilidades», para evitar caer en un enfrentamiento entre el norte (que reclama solidaridad para repartirse a los asilados) y el sur (países de tránsito que buscan ayuda para contener la entrada de «sin papeles»). El texto final plantea además la necesidad de reforzar las actividades de la Agencia de control de fronteras (Frontex) en el Mediterráneo y llevar a cabo una rápida aplicación por parte de los estados miembros del nuevo Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras (EUROSUR), que «será fundamental para ayudar a detectar los barcos con el objetivo de proteger y salvar vidas en las fronteras exteriores de la UE». Precisamente ayer fueron rescatados alrededor de 800 personas que trataban de arribar a Europa en diversas embarcaciones. El despliegue militar en las aguas del Canal de Sicilia puesto en marcha por el Gobierno italiano en la operación llamada «Mare Nostrum», cuyo objetivo primordial es evitar que se repitieran naufragios como los de Lampedusa, permitió que los inmigrantes fueran rescatados sin problema. En el salvamento también participó un mercante de bandera panameña, que alteró su rumbo y ayudó a una embarcación siguiendo una petición de las autoridades italianas. Las barcazas de los indocumentados se encontraban al sur y al sureste de esta pequeña isla italiana situada a poco más de 100 kilómetros de las costas norteafricanas. Un buen número de ellos fue llevado al centro de acogida de Lampedusa, mientras que el resto desembarcó en diversos puertos sicilianos. El Gobierno de Enrico Letta mostró su satisfacción por el buen resultado que está dando el plan «Mare Nostrum», puesto en marcha el 14 de octubre, tras la tragedia de Lampedusa.