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La “premier” finlandesa responde a la burla de Elon Musk por irse de copas: “Finlandia también es genial”

El director ejecutivo de Tesla se mofó de Sanna Marin tras acudir a una discoteca pese a haber tenido contacto con un contagiado de covid

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El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, se ha convertido en la última personalidad mundial en burlarse de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. La líder socialdemócrata ha sido ampliamente criticada por acudir a una discoteca después de entrar en contacto un positivo con covid-19 el fin de semana pasado. Marin se disculpó por sus actos, pero se ha convertido en un símbolo de la burla en las redes sociales, incluso en Estados Unidos.

El domingo, Musk tuiteó una foto a sus 66 millones de seguidores, bromeando sobre las acciones de Marin. La foto incluía un meme de dos adultos jóvenes en un club nocturno, junto con las leyendas; “Entonces, ¿a qué te dedicas? Soy primera ministra de Finlandia”. El tuit se ha compartido casi 18.000 veces y ha recibido un me gusta de más de 249.000 usuarios de Twitter.

Musk es a menudo conocido por su excéntrica actividad en Twitter, y los analistas de Finlandia no se sorprenden de que las acciones de Marin se hayan vuelto virales en todo el mundo. Elon Musk luego respondió a otro usuario en Twitter, agregando que Marin “parece genial”.

La primera ministra finlandesa no pareció afectada por la broma y respondió a Musk, a través de Twitter que “Finlandia también es genial”. “Un Estado de bienestar nórdico que quiere ser climáticamente neutro para 2035 [y las] personas más felices del mundo viven en Finlandia”, tuiteó Marin el lunes. Finlandia fue galardonada como el país más feliz del mundo por cuarto año consecutivo en 2021.

Marin acudió a una discoteca en Helsinkila noche del sábado, después de ser notificada del positivo del secretario de Estado, Henrik Haapajarvi. Según ha detallado la ‘premier’, Haapajarvi le había dicho el mismo sábado que “no había necesidad” de tomar “medidas especiales”. Sin embargo, horas más tarde, el Departamento de Seguridad del Gobierno ordenó a los ministros evitar todo contacto, pero el mensaje no llegó a Marin, que había dejado su móvil oficial en casa.