Guerra

“En la primera mitad de 2023 habrá una escalada del conflicto pero tras el verano se podrá abrir un diálogo de paz”

El analista ucraniano Maksym Yali asegura que el hecho de que se celebren elecciones presidenciales el próximo año en Estados Unidos favorecerá el inicio de las conversaciones entre las partes

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski mantiene una conversación telefónica con su homólogo japonés, Fumio Kishida en su despacho de Kyiv
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski mantiene una conversación telefónica con su homólogo japonés, Fumio Kishida en su despacho de KyivDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

¿Por qué Ucrania ha rechazado el alto el fuego temporal de Putin?

Tenemos ya experiencias previas de este tipo de anuncios de alto el fuego durante las ofensivas en las regiones orientales en 2014 y 2021. En todas las ocasiones el cese de las hostilidades o las treguas fueron violadas por los rusos una vez que habían reorganizado las fuerzas y se sentían preparados para atacar de nuevo. La situación actual del campo de batalla nos indica lo mismo. Los rusos están tratando de ocupar la ciudad de Bajmut en Donetsk y necesitan un descanso porque están exhaustos y por eso han ofrecido esta tregua temporal. Putin ha vuelto a insistir que un diálogo serio de paz sólo se producirá bajo sus condiciones y eso es absolutamente inaceptable para Ucrania.

En concreto, Putin ha dicho a Erdogan que Ucrania debe aceptar “las nuevas realidades” en referencia a las cuatro regiones anexionadas. ¿Puede desarrollar por qué es inaceptable para Ucrania esta petición?

La opinión pública ucraniana rechaza completamente iniciar cualquier tipo de conversaciones con Rusia dentro de los términos marcados por Putin. Rusia pide que se ceda el control de las cuatro regiones que cabe recordar que su Ejército sólo las controla parcialmente. Lugansk, la región que las tropas rusas trataron de ocupar entre la primavera y el verano pasado, han perdido territorios después de las contraofensivas de Ucrania. Respecto a Jersón, Rusia consiguió ocupar la capital de esta región con el mismo nombre. Era la única capital regional que habían conquistado desde el inicio de la invasión en febrero y la abandonaron después de que las fuerzas ucranianas destruyeran todas las vías de suministro a la ciudad y entendiesen que ya no podían estar por más tiempo. Lo mismo pasó en Zaporiyia. Nunca llegaron a controlar la capital regional después de que hubiera una huida masiva de ucranianos que no querían pasar a ser dominados por Rusia. Las cuatro anexiones son totalmente inaceptables desde el punto de vista del derecho internacional. Todo cobra más intensidad después de todas las tragedias y dolor que el Ejército de Putin ha infligido a la población ucraniana.

¿Este 2023 va a ser el año de la escalada o la desescalada del conflicto?

Actualmente los dos Ejércitos se están preparando para renovar sus ofensivas a partir de la segunda mitad de febrero (probablemente). A finales de febrero se va a cumplir el primer aniversario de la invasión y las autoridades rusas van a sentir la presión de tener que mostrar resultados ante su opinión pública. Ucrania también se prepara para lanzar más contraofensivas más hacia marzo. En estos momentos el Ejército ucraniano preparándose para recibir más material militar de Occidente. Francia ha confirmado el envío de vehículos blindados y también lo harán Alemania y Estados Unidos. Las fuerzas ucranianas van a tener que ser entrenadas para utilizar eficazmente este material y hay que tener en cuenta también las condiciones meteorológicas. Por lo tanto es posible que hasta finales de febrero, principios de marzo, Ucrania no se abra a nuevas contraofensivas.

Cuando las dos partes se den cuenta de que no hay más posibilidades de cambiar la situación del terreno. Ya sea que no hay posibilidad de ocupar o de desocupar los nuevos territorios, entonces será el momento de iniciar negociaciones. No creo que eso ocurra antes del verano: julio o agosto. Antes como he mencionado se tienen que producir estas operaciones. Una vez que se produzcan y se compruebe si se puede cambiar o no la situación sobre el terreno será cuando se abran las dos partes a unas negociaciones.

En conclusión, la primera parte del año se va a producir una escalada de la guerra, con una intensificación de los combates en diferentes frentes. La inteligencia ucraniana plantea, por ejemplo, que Crimea podría ser liberada en agosto. Después del verano, hacia otoño puede que ambas partes se muestren más dispuestos a abrir conversaciones. Cabe recordar que en Estados Unidos 2024 es un año electoral por lo que habrá interés en finalizar el conflicto. Las conversaciones probablemente se centren en el estatus de Crimea y en el de los territorios del Donbás ocupados por Rusia antes de la invasión; no en los términos maximalistas que planea Putin sobre las cuatro regiones orientales.