GUERRA ARANCELARIA

Bruselas alerta de que aranceles del 30% convertirían el comercio con EE UU en “prohibitivo”

El Ejecutivo comunitario vuelve a negociar con Estados Unidos para intentar un acuerdo comercial antes del 1 de agosto

European Commissioner for Trade and Economic Security Maros Sefcovic speaks with the media as he arrives for a meeting of EU trade ministers at the European Council building in Brussels, Thursday, May 15, 2025. (AP Photo/Omar Havana)
El comisario europeo de Comercio, Maros SefcovicASSOCIATED PRESSAgencia AP

La Comisión Europea intenta poner al mal tiempo buena cara. A pesar del mazazo que ha supuesto la misiva de Donald Trump en la que amenaza con gravar a todas las exportaciones europeas con un 30% de arancel, Bruselas cree que aún es posible llegar a un acuerdo con Estados Unidos antes del 1 de agosto.

Como muestra de buena voluntad, el Ejecutivo comunitario no solo ha decidido posponer la primera ronda de represalias que iba a entrar en vigor el martes (valoradas en 21.000 millones de euros) sino que vuelve al ruedo de las negociaciones. El comisario de Comercio, Maros Sefvocic, va a mantener este lunes nuevos contactos con sus homólogos estadounidenses para intentar avanzar en un principio de acuerdo comercial que la semana pasada parecía inminente.

Según Sefcovic, estas negociaciones no se pueden “dar al traste por una carta, por muy importante que ésta sea”, aunque también ha advertido de que los esfuerzos deben venir de los dos lados ya que “para aplaudir se necesitan dos manos”.

A pesar de la buena voluntad, la situación es seria. El propio comisario ha advertido de que “la idea de un arancel del 30% es, en efecto, prohibitiva para el comercio mutuo”. Estados Unidos aplica actualmente aranceles del 25% a los coches, el 50% al acero y al aluminio y el 10% a todas las demás importaciones europeas. Antes de esta carta enviada el pasado sábado, también había amenazado con un 50% a los automóviles.

En las últimas semanas, la UE y Estados Unidos habían avanzado hacía un principio de acuerdo que suponía perpetuar este 10% a todos los bienes, pero introduciendo una serie de excepciones para productos especialmente sensibles, incluyendo las piezas de automóviles. Según ha vuelto a recordar Sefcovic este lunes, las negociaciones comerciales están en un “estado muy avanzado” y Bruselas y Washington se encuentran “muy cerca de cerrar un acuerdo”.

Tras la carta enviada el sábado, los embajadores europeos se reunieron el pasado domingo para preparar también la reunión de este lunes de los ministros de Comercio en la que los Veintisiete han cerrado filas para apoyar la estrategia negociadora del Ejecutivo comunitario.

A pesar de que la Unión Europea sigue confiando en llegar a un acuerdo, también intenta prepararse para todos los escenarios.

El ministro de Asuntos Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, ha defendido la postura de postergar cualquier castigo a Estados Unidos y ha confiado en mantener la unidad europea. "Pero debemos prepararnos para usar todas las herramientas a nuestro alcance", ha asegurado "Si se quiere la paz, hay que prepararse para la guerra. Y creo que ahí es donde estamos".

A pesar del cierre de filas, existen diferencias entre los Estados miembros. Mientras Alemania e Italia piden agotar todas las vías y extremar la prudencia, Francia apunta a la necesidad de enseñar los dientes y señalar al sector servicios. “Este equilibro de poder deseado por Donald Trump debe demostrar capacidad de contrataque. Y es aquí donde quizás debamos acelerar hoy”, ha defendido el ministro de Comercio francés, Laurent Saint-Martin.

El representante del país vecino se refiere al denominado instrumento anti-coerción, una herramienta aprobada en el año 2023 y que nunca se ha puesto en práctica. Antes de que pueda entrar en vigor, el Ejecutivo comunitario debe constatar que un país tercero está chantajeando a los Veintisiete con su política comercial. Para activarse, se necesita la mayoría cualificada de los socios europeos. Entre las medidas previstas en esta nueva herramienta, se contemplan no solo el aumento de aranceles sino también restricciones a las importaciones y a la inversión extranjera directa en la UE o contramedidas en el ámbito de las licitaciones, que incluye la exclusión de proveedores, mercancías o servicios.

Este pasado domingo, Von der Leyen descartó que éste fuera el momento de desempolvar este instrumento, y a pesar de las pretensiones francesas, Sefcovic, este lunes, ha vuelto a respaldar esta idea de dar más tiempo al tiempo. Aunque todavía no estemos en este escenario de poner en el punto de mira a los servicios estadounidenses, la Comisión Europea ha presentado este lunes a los países europeos una segunda lista de contramedidas. Inicialmente, Bruselas barajaba que esta ronda de subidas arancelarias afectara a 95.000 millones de euros de importaciones estadounidenses, pero las capitales europeas han solicitado excluir algunos productos. Aunque esta lista de bienes no es pública, de momento se sabe que asciende a unos 72.000 millones. Se espera que los dos paquetes de aranceles estén listos para entrar en vigor a principios de agosto, si las negociaciones con Trump acaban fracasando.

Además, los Veintisiete han debatido este lunes sobre la necesidad de seguir negociando acuerdos comerciales con otros países, después de que este pasado sábado se anunciara el principio de acuerdo con Indonesia. A finales de este mes, se va a celebrar una cumbre con China en la que se espera que haya avances en la exportación de tierras raras a la UE.