Justicia

La Fiscalía francesa pide siete años de cárcel contra Sarkozy por financiación ilegal

El expresidente galo es acusado financiar su campaña presidencial de 2007 con dinero de Gadafi

PARIS (France), 27/03/2025.- French former President Nicolas Sarkozy (C) arrives at the courthouse in Paris, France, 27 March 2025. Sarkozy and twelve other people, including three former ministers, stand trial for criminal conspiracy to receive funds for the 2007 presidential campaign from the regime of late Libyan leader Muammar Gaddafi. Nicolas Sarkozy has already been convicted twice, in two separate cases, since he left office in 2012. The trial will last until 10 April. (Francia) EFE/EP...
Nicolas Sarkozy ya cumple arresto domiciliario por otra condena por corrupciónYOAN VALATAgencia EFE

“Sin lugar a dudas, el dinero libio fue utilizado para su campaña” - dijo contundentemente el fiscal financiero Quentin Dandoy ante la corte, pidiendo que el expresidente Nicolas Sarkozy sea condenado a 7 años de prisión, 300.000 euros de multa y 5 años de inhabilitación política, por los cargos de corrupción pasiva en la presunta financiación ilegal de su campaña presidencial del año 2007. Tres de sus antiguos ministros también son acusados de complicidad y para ellos la fiscalía ha pedido de 1 a 6 años de cárcel.

Después de casi tres meses de juicio, la petición de la fiscalía se considera fuerte. Especialmente porque las pruebas del caso no demuestran las enormes cantidades de dinero que se evocaron al principio del proceso. La acusación original contra Sarkozy indica que habría recibido 6 millones de euros de las arcas del entonces presidente libio, Muammar Gadafi, pero en realidad, los rastros que hay del aporte libio apuntan a unos 60.000 euros en efectivo, como máximo. Una disparidad más que evidente. Las llamadas “cuentas ausentes” se diluyen en pequeñas facturas con denominaciones vagas como “gastos varios”, “comidas de empleados”, “costos de hotelería”, “bonos especiales”, etc. Aún así, aunque no hay grandes registros por millones de euros, sí se tiene la certeza de que el dinero líquido fue la manera de utilizar la financiación libia.

En este caso, hay un nombre crucial: Claude Guéant, antiguo ministro del Interior y de Economía hasta 2012 y sobre todo, director de la campaña presidencial de Nicolás Sarkozy en 2007. La fiscalía le acusa de ser la persona encargada de recibir el dinero procedente de Libia en distintas maletas y ubicarlo en lugar seguro para su uso cotidiano. De hecho, el fiscal Dandoy recordó que Guéant alquiló una bóveda de seguridad cerca del comando de campaña de Sarkozy. “Nunca pudo explicar por qué” , recalcó el fiscal. El ex ministro Guéant ya fue encarcelado en 2021 por desviación de fondos pero recibió una medida sustitutiva de libertad en 2022.

Guéant es uno de los tres ministros acusados de complicidad en el caso de la financiación libia. La fiscalía pide para él 6 años de prisión y 150.000 euros de multa. Los otros dos son Eric Woerth, diputado del partido Los Republicanos; y Brice Hortefeux, diputado europeo y ex ministro del Interior. Todos pertenecientes al círculo más cercano de Nicolas Sarkozy. Los fiscales destacan el rol de Guéant en el caso pero subrayan que el ex presidente francés habría validado todos los movimientos de dinero, así como las cuentas ausentes: "Sarkozy fue el jefe que orquestó todo con una devoradora ambición política".

Sin embargo, concedieron a la defensa la certeza de que no hubo un encuentro “cara a cara” entre Sarkozy y Gadaffi en su famosa “jaima” (tienda) para negociar la financiación libia.

Otro de los fiscales del caso, Philippe Jaéglé, apunta que las señales del pacto entre Gadaffi y Sarkozy se vieron después de la llegada de este último al poder y siempre con Claude Guéant como ejecutor. La primera fue, sin duda, el apoyo diplomático que Francia volvió a ofrecer al presidente libio, especialmente en la visita que protagonizó en el Palacio del Elíseo en diciembre de 2007, crispando los nervios de la sociedad y la clase política francesas. Gadaffi fue rechazado en la Asamblea Nacional pero fue invitado por la presidencia -con gran pompa- a un paseo oficial por el Museo del Louvre y el Palacio de Versalles.

La fiscalía francesa recordó igualmente “los esfuerzos” de Claude Guéant para encontrar una solución jurídica a la situación de Abdallah Senoussi, cuñado de Gadaffi, que quería anular su condena a cadena perpetua por el atentado contra un avión en 1989, en el que murieron 170 personas, entre ellas 54 franceses. “Guéant también favoreció la venta de helicópteros de combate a Libia y la adquisición de un reactor nuclear civil” - expresó el fiscal Jaéglé en su cierre de argumentos, asegurando que el ministro había puesto en peligro la seguridad del Estado.

Por su parte, Sarkozy se defendió como pudo desde el principio: “Nunca jamás encontrarán ni un euro, ni un céntimo libio, en mi campaña”, añadiendo que tenía la impresión de que el juicio había iniciado sobre la base de su culpabilidad y no en la búsqueda de la verdad. Sin embargo, las pruebas fueron acumulándose durante el proceso hasta dejar al expresidente casi desprovisto de argumentos.

Pruebas que se suman a las declaraciones ofrecidas un año antes por el hijo de Muanmar Al Gadaffi, Saif Al-Islam, quien confirmó en una entrevista con Euronews que se había producido una financiación libia de la campaña del entonces candidato, Nicolás Sarkozy.

El expresidente francés ya había sido condenado en 2021 a tres años de prisión - de los cuales uno debía cumplirse en arresto domiciliario con brazalete electrónico - por un caso de corrupción y tráfico de influencias apodado “Bygmalion”, relacionado con escuchas ilegales.