Inundaciones
Florida no sale del «shock»
Una semana después del devastador paso de Irma, el Estado trata de recuperar la normalidad y servicios esenciales como el agua y la luz. En medio de este caos, abogados y aseguradoras se enzarzan en cientos de litigios para dilucidar quién paga la factura.
Una semana después del devastador paso de Irma, el Estado trata de recuperar la normalidad y servicios esenciales como el agua y la luz. En medio de este caos, abogados y aseguradoras se enzarzan en cientos de litigios para dilucidar quién paga la factura.
El estado de Florida se recupera a marchas forzadas del profundo pitonazo recibido por el huracán Irma. Nadie se ha salvado del azote de un ciclón que ha ael Estado patas arriba. Miles de viviendas destrozadas, árboles arrancados, alcantarillado inundado, semáforos inutilizados.... Ni siquiera los que evacuaron sus casas y a la vuelta las han encontrado en pie se han librado de la falta de luz, comunicación y electricidad al regreso. En Miami, por ejemplo, una semana después del paso de Irma, existen casos donde, en una misma calle, hay viviendas con electricidad, y tan sólo unos metros más adelante, otras sin ella. No importa el rango social, ni tampoco la zona. La compañía responsable del suministro eléctrico, FPL, sigue tratando de devolver todo a la normalidad y estos días resulta inevitable encontrarse con alguno de sus operarios en plena faena. Se pueden ver en camiones, subidos a postes, dirigiendo el tráfico, o incluso tomando café... Una ocasión perfecta para acercarse y hacerles la pregunta del millón: «Disculpe, ¿sabe cuándo vuelve la luz a nuestra zona?». La respuesta es casi siempre la misma: «Estamos trabajando en ello». Una frase que no convence a todo el mundo, y alguno incluso, molesto tras varios días sin electricidad en casa, aprovecha la ocasión para dedicarle algún que otro improperio a la compañía, en «spanglish», por supuesto.
La ciudad de Coral Gables, conocida por ser una zona de gente adinerada, ya ha perdido la paciencia y aprobó el jueves una moción de censura para iniciar procedimientos legales contra FPL. El municipio, donde la mayoría de sus calles tienen nombres de ciudades españolas, considera que la gestión en la recuperación del servicio eléctrico ha sido nefasta, y exigen responsabilidades. De momento, FPL se limitó a asegurar que al final de la jornada de ayer todo el Estado tendría electricidad.
Otro de los problemas que afrontan estos días los habitantes de Florida tiene que ver con los desperfectos, y los seguros de sus casas. Un compañero de trabajo se encontró en su casa de Hollywood Beach,al norte de Miami, todos sus arboles caídos. El problema es que algunos de estos árboles descansaban sobre el jardín del vecino, que furioso amenazaba con demandarle. Según el abogado Ricardo José Rodríguez Vacas, la persona que debe hacerse cargo de retirarlos es el dueño de la parcela donde el árbol yace, en este caso, el vecino. «Su seguro también deberá hacerse cargo de los posibles desperfectos, siempre y cuando no exista negligencia por tu parte». Esta situación se ha repetido en diferentes barrios, en un Estado caracterizado por su extensa vegetación y gran variedad de árboles. A eso hay que sumarle la facilidad con la que se demanda en EE UU. Todo un cóctel molotov legal en un momento donde los ánimos están bastante caldeados, y las disputas a la orden del día.
Y hablando de los seguros, el temido huracán Andrew, que destrozó Miami en 1992 dejando unos daños por más de 27.000 millones de dólares, consiguió que las aseguradoras cambiaran los términos de sus pólizas contra huracanes. En la actualidad, los seguros anti huracanes ya no cubren, por ejemplo, las puertas metálicas de los garajes, ni los toldos de las piscinas, ni tampoco las cercas de las casas. Otro aspecto a tener en cuenta son los deducibles. Si los daños en tu propiedad no sobrepasan su valor, la póliza no responderá a las pérdidas, algo que sí sucedía antes de la llegada de Andrew.
La semana post Irma también ha dejado los famosos toques de queda. Las calles debían estar completamente vacías entre las 19:00 y las 7:00 desde el lunes hasta la noche del jueves. Una medida enfocada a evitar los robos en zonas donde todavía no regresa la luz, y también para impedir accidentes en calles donde aún no funcionan los semáforos, o yacen ramas y troncos de árboles en el asfalto. Un toque de queda que ha dejado imágenes insólitas de barrios completamente a oscuras, con la única presencia de la Policía y empleados estatales en las calles. Una medida que ha perjudicado a muchos negocios, especialmente a la zona más turística de Miami, South Beach, que no tuvo más remedio que cerrar todo a las siete de la tarde, aunque ya ha comenzdo a recibir turistas nuevamente.
Precisamente paseando por esta zona, la más icónica de Miami Beach, conocida como el distrito Art Decó, el contraste con el resto de la ciudad es imponente, y uno tiene la sensación de que aquí nunca pasó nada. La famosa avenida Ocean Drive, o la frondosa Meridian Avenue, caracterizada por sus imponentes árboles, lucen sus mejores galas tan sólo unos días después del huracán. No hay duda de que la prioridad era recuperar el turismo, y a pesar del toque de queda, la playa de South Beach ha vuelto rápidamente a su ritmo habitual.
En el suroeste de Florida, la zona más afectada por el paso de Irma, la situación sigue siendo caótica. Muchas personas lo han perdido todo, y la reconstrucción de estos lugares tomará más tiempo que en el resto del Estado. Ni siquiera la fugaz visita del presidente Trump y la primera dama Melania el jueves ha levantado los ánimos de los ciudadanos que, en muchos casos, no han podido aún regresar a su hogar. La misma situación se vive en Los Cayos, un conjunto de pequeñas islas al sur del Estado, donde Irma tocó suelo por primera vez en territorio estadounidense. El gobernador Rick Scott valoró la situación de Los Cayos como catastrófica, y a día de hoy no se han podido restaurar los servicios básicos de energía y alcantarillado.
A todos estos problemas, hay que sumar el intenso calor húmedo que azota Florida como consecuencia del paso del huracán. Un escollo más si recordamos que muchos hogares siguen sin electricidad y sin aire acondicionado en casa. Y ya ni siquiera abrir la ventana alivia, todo lo contrario. Los ventiladores se han convertido en una de las piezas más codiciadas en los grandes almacenes. El sábado, en Miami, resultaba prácticamente imposible encontrar uno. Y eso que faltaban horas para la anunciada recuperación total de la energía que debe aliviar momentáneamente las secuelas del paso de Irma.
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