Política penitenciaria
Francia promete reformas penitenciarias tras una nueva agresión de un islamista
El malestar de los funcionarios se agravó después de que ayer un detenido por riesgo de radicalización islámica golpeara a siete vigilantes, cinco de los cuales resultaron heridos, en la cárcel de Mont-de-Marsan
El malestar de los funcionarios se agravó después de que ayer un detenido por riesgo de radicalización islámica golpeara a siete vigilantes, cinco de los cuales resultaron heridos, en la cárcel de Mont-de-Marsan.
El Gobierno francés se comprometió hoy a mejorar la seguridad de los funcionarios de prisiones del país después de que ayer, lunes, tuviera lugar una segunda agresión por parte de un interno islamista radical en cuatro días.
La ministra de Justicia, Nicole Belloubet, visitó hoy la cárcel de Vendin-le-Vieil, en el norte del país, donde un preso imputado por un atentado en Túnez en 2002 agredió con un cuchillo y unas tijeras a tres vigilantes el pasado jueves.
El desplazamiento de la ministra se hizo después de que la mayor parte de los funcionarios participaran ayer en un movimiento de protesta en todos los centros penitenciarios del país denunciando la falta de medios, en particular para hacerse cargo de los reclusos más radicales.
El malestar de los funcionarios se agravó después de que ayer un detenido por riesgo de radicalización islámica golpeara a siete vigilantes, cinco de los cuales resultaron heridos, en la cárcel de Mont-de-Marsan, en el suroeste.
Esta nueva agresión podría conducir a que los sindicatos de funcionarios de prisiones extiendan su huelga, que mantiene bloqueados totalmente una veintena de centros penitenciarios y con paros parciales en otra media docena.
Tanto la ministra de Justicia como el portavoz del Gobierno, Benjamin Grivaux, insistieron en la intención del Ejecutivo de mejorar la seguridad «global», tal y como se había comprometido el presidente, Emmanuel Macron.
Salarios bajos, falta de personal, ausencia de preparación frente a los presos radicales son algunos de los problemas que denuncian los sindicatos de los vigilantes de prisiones.
Belloubet, a quien los manifestantes trataron de impedir la salida del centro penitenciario tras su visita a Vendin-le-Vieil, aseguró que no hay ningún motivo para que el Gobierno cambie sus planes de trasladar a este centro, próximo a la frontera con Bélgica, al único presunto terrorista superviviente de los atentados del 13 de noviembre de 2015.
Salah Abdeslam, actualmente recluido en la cárcel de Fleury-Mérogis, cerca de París, debe ser trasladado en los próximos días a esa prisión del norte mientras se le juzga en Bélgica por otros hechos. EFE
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