Estados Unidos
Un juez paraliza la orden de Trump que prohíbe la admisión de estudiantes extranjeros en Harvard
La universidad respondió presentando una demanda contra la medida del gobierno estadounidense
La cruzada de Donald Trump contra las universidades del país no parece haber terminado. El presidente norteamericano acaba de prohibir a Harvard matricular a estudiantes internacionales ¨por no cumplir con la ley¨, así lo ha anunciado la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, a través de su cuenta de X. ¨Esta administración responsabiliza a Harvard de fomentar la violencia, el antisemitismo y coordinarse con el Partido Comunista chino en su campus¨. ¨Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para aumentar sus multimillonarias dotaciones¨.
Noem va más allá y pretende ¨que esto sirva de advertencia a todas las instituciones académicas del país¨. Los estudiantes que ya han completado sus estudios podrán graduarse, el nuevo anuncio afectaría a las matrículas del curso 2025- 2026 que en teoría se empezaban a procesar la próxima semana.
La administración le da un plazo de 72 horas a la institución académica para que presente un informe, videos y audios con la conducta de los estudiantes durante los últimos cinco años, detallando los nombres y apellidos de todos aquellos que participaron en actividades que el gobierno considera ¨ilegales, peligrosas o violentas¨, marcando expresamente a aquellos que hayan participado en ¨cualquier actividad de protesta¨.
Harvard no ha tardado en reaccionar y este viernes demandó a la administración de Trump ante un tribunal federal de Massachussets. Esta ¨acción ilegal¨, ha dicho el presidente de la universidad, Allan Garber, ¨pone en peligro el futuro de miles de estudiantes y académicos de Harvard¨. ¨Estamos totalmente comprometidos con mantener la capacidad para acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 países y enriquecen inmensamente la Universidad¨. Además, el portavoz de la institución, Jason Newton, ha respondido al anuncio remarcando que están trabajando ¨rápidamente para proporcionar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta acción de represalia amenaza con perjudicar gravemente a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava nuestra misión académica y de investigación¨.
Poco después, ha trascendido que un juez federal ha paralizado la orden de la administración Trump, cuando aún no han transcurrido 24 horas desde que se produjera el anuncio.
La universidad más antigua del país, que cuenta con casi 10.000 personas en su comunidad académica internacional, 7.000 de ellos estudiantes, lleva desde el pasado abril peleando con la administración de Trump por no aceptar los cambios que el gobierno exige en políticas, contrataciones, erradicación del antisemitismo y lo que Trump ha llamado ¨prácticas racistas de diversidad, equidad e inclusión¨. Desde el campus han defendido siempre que el gobierno se está extralimitando en sus funciones, y ahora va un paso más allá prohibiendo la matriculación de alumnos extranjeros cuyo estatus legal depende del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
El anuncio dejará a miles de estudiantes de todo el mundo en el limbo. La Casa Blanca ha informado de que deben empezar a transferir sus estudios a otras universidades o podrían perder su permiso legal para permanecer en el país. Muchos ya valoran estudiar en remoto, desaprovechando así la oportunidad de disfrutar de uno de los mayores valores de Harvard, la posibilidad de acceder a un entorno profesional y universitario exclusivo.
La institución acumula un fondo patrimonial propio de 53.000 millones de dólares que hasta ahora le ha permitido actuar de manera independiente, al margen de las presiones políticas, pero en los últimos meses ha enfrentado la congelación de 2.200 millones de dólares en fondos federales (Harvard ya ha demandado al gobierno por esta causa) y el equipo de Trump está trabajando para que el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) rescinda la exención de impuestos de la que Harvard ha disfrutado hasta ahora. Esto podría afectar gravemente a la universidad ya que muchos de los donantes ofrecen su apoyo económico para disfrutar así de beneficios fiscales.