Líbano
Hizbulá y sus aliados controlan el nuevo Parlamento libanés tras las elecciones
Arabia Saudí teme la influencia de Irán sobre el nuevo ejecutivo, liderado por Hizbula, cuya influencia va desde el Líbano hasta Siria e Irak
Arabia Saudí teme la influencia de Irán sobre el nuevo ejecutivo, liderado por Hizbula, cuya influencia va desde el Líbano hasta Siria e Irak.
Hizbula y el movimiento chií Amal, así como otros partidos prosirios se habría hecho con más de la mitad de los escaños del Parlamento libanés, lo que refleja el peso de Irán en la región. El gran perdedor es el primer ministro libanés, Saad Hariri, aliado de Riad, que aunque mantendrá su puesto, su partido la Corriente Futuro habría conseguido 21 escaños, 13 menos que en 2009.
Aunque la división sectaria de reparto del poder en Líbano implica que ninguna alianza en el Parlamento llegue a una amplia mayoría, con al menos 47 de los 128 escaños, Hezbollah podrá vetar las leyes con las que no esté de acuerdo.
Israel ya ha valorado el resultado electoral y aunque todavía no hayan salido los resultados y comparó al país de los cedros con la milicia chií libanesa.
"El Estado de Israel no diferenciará entre el Estado soberano de Líbano y Hizbula, y verá al Líbano como responsable de cualquier acción dentro de su territorio", advirtió ayer el ministro de Educación israelí, Naftali Bennet.
Arabia Saudí teme la influencia de Irán sobre el nuevo ejecutivo, liderado por Hizbula, cuya influencia va desde el Líbano hasta Siria e Irak.
Para Hariri estas elecciones han sido un revés personal aunque ayer evitara hablar de la baja participación y los malos resultados durante la rueda de prensa.
“Le tiendo la mano a todos los libaneses que participen para apoyar la estabilidad política y mejorar las vidas de todos los libaneses”, declaró el primer ministro que urgió la formación del nuevo gobierno “lo más rápido posible”.
El hecho de que Hariri haya perdido en Beirut pone de manifiesto que los votantes suníes están perdiendo la fe en el primer ministro que ha tenido que gobernar en medio de un clima de crisis económica y exasperación general por la guerra civil Siria, con llegada de más de un millón de refugiados a Líbano.
Hizbulá ha ganado prácticamente en todos los distritos que presentó candidatos, lo que pone de manifiesto la popularidad del grupo entre la población chií y proiraní del Líbano.
Con el nuevo equilibrio de fuerzas en el Parlamento dejará al partido cristiano del presidente Michel Aoun, que obtendría 28 escaños, con el papel de árbitro.
Pese a la baja participación en estas elecciones, la nueva ley ha permitido que pequeños partidos apoyados por la sociedad civil puedan entrar al parlamento, pero apenas sumaran un par de escaños. En definitiva, el cambio de un sistema mayoritario a proporcional no ha favorecido al pluralismo, el parlamento libanés volverá a estar dividido entre la coalición 14 de Marzo (liderada por Hariri) y la del 8 de Marzo (dominada por Hizbulá) que tendrá mayoría parlamentaria.
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