Cuba

Hollande emplaza a Obama a derogar el embargo a Cuba

París lidera el acercamiento europeo a La Habana con la firma de una docena de acuerdos económicos en la primera visita de Raúl Castro

El presidente de Cuba, Raúl Castro y con su homólogo francés François Hollande durante su encuentro en el palacio del Elíseo
El presidente de Cuba, Raúl Castro y con su homólogo francés François Hollande durante su encuentro en el palacio del Elíseolarazon

París lidera el acercamiento europeo a La Habana con la firma de una docena de acuerdos económicos en la primera visita de Raúl Castro

Es la primera vez que el presidente de Cuba realiza una visita de Estado a Francia. Raúl Castro ha venido 5 días para reforzar los lazos entre París y La Habana, una relación que comenzó la pasada primavera con la visita de François Hollande al dictador cubano, la primera que realizaba un jefe de Estado occidental tras el deshielo entre Cuba y EE UU.

Hollande salió a recibir al líder cubano sobre la alfombra roja desplegada en el patio de honor del Elíseo. Tras la reunión y la firma de diversos acuerdos económicos, ambos dirigentes ofrecieron una declaración conjunta sin preguntas, durante la cual Hollande pidió a Barack Obama que suspenda el embargo a Cuba. El presidente francés animó al dirigente estadounidense a llegar «hasta el final» del proceso que él mismo ha iniciado con el deshielo de las relaciones entre Cuba y EE UU, para terminar «con este vestigio de la Guerra Fría».

Castro agradeció «la posición de Francia en favor del levantamiento del bloqueo económico americano», que sigue prohibiendo a los americanos hacer negocios con Cuba o hacer turismo en la isla. La parte oficial de la visita comenzó ayer en el Arco del Triunfo. El dictador cubano recibió los honores militares acompañado de la ministra de Ecología, Ségolène Royal, de quien se dice podría ocupar la cartera de Exteriores en la futura remodelación gubernamental. Después, Castro descendió los Campos Elíseos en coche escoltado por la guardia republicana a caballo. Castro agradeció «el liderazgo de Francia», en el inicio de «nuevas relaciones» entre Cuba y la Unión Europea. Para París, esta visita es la ocasión de lograr este propósito en un momento en el que La Habana se va abriendo a la economía de mercado.

El primero de los acuerdos firmados ayer en París es la conversión de parte de los impagos de la deuda cubana en la creación de un fondo dotado con 212 millones de euros que servirá para «acelerar los proyectos franco-cubanos en Cuba financiando parte de los costes locales de esos proyectos», según indicaba anoche el Elíseo en un comunicados. Ahora corresponderá a la Agencia Francesa de Desarrollo seleccionar los proyectos que se presenten a través de una antena que abrirán próximamente en Cuba. La Prensa desempolvó ayer una tribuna de 2003 de Hollande en el «Nouvel Observateur» en la que denunciaba «las derivas del régimen» cubano y «la pesadilla política» en la que se había convertido el régimen castrista a través del «poder personal, y familiar, rechazo de elecciones libres, censura, represión policial, encierro de disidentes, campos de trabajo, pena de muerte, en resumen, el arsenal completo de una dictadura».

Pero ayer era el turno de la «realpolitik» y de los negocios y, en la cena de gala que Hollande ofreció en honor de su invitado, estuvieron presentes numerosos empresarios deseosos de iniciar negocios con las autoridades cubanas, así como diversas personalidades del mundo de la música como el DJ David Guetta, que ofrecerá próximamente un gran concierto en Cuba, y la cantante Barbara Hendricks, o cineastas como Virginie Efira, Christophe Barratier y Costa Gravas, que participan en el festival del cine francés que se celebra en La Habana.