Restos en perfecto estado
Impacto arqueológico: Descubren un barco de más de 2.000 años en Turquía con cerámica intacta
El hallazgo frente a la costa de Adrasan revela antiguos métodos de embalaje y amplía el conocimiento sobre el comercio en el Mediterráneo
Una expedición arqueológica ha sacado a la luz un impresionante naufragio de aproximadamente 2.000 años de antigüedad frente a la costa de Adrasan (Antalya), en el suroeste de Turquía. El hallazgo, correspondiente a la transición entre el periodo helenístico tardío y el temprano imperio romano, ha dejado al descubierto cientos de piezas cerámicas intactas que permanecieron meticulosamente apiladas en su lugar original durante milenios
Según el portal Biblical Archaeology Story los objetos recuperados —entre ellos platos, cuencos y ánforas— presentaban un sorprendente estado de conservación gracias a una técnica de embalaje usada por los antiguos marineros: cada pieza estaba recubierta con barro crudo y anidada con otras para evitar roturas durante la travesía. Este método preservó los detalles decorativos y los colores originales, permitiendo a los investigadores estudiar tanto los objetos como la logística y el embalaje de mercancías a gran escala en tiempos clásicos.
El naufragio fue descubierto a unos 46 metros de profundidad, aproximadamente 150 pies, en aguas del Mediterráneo turco, cerca de la provincia de Antalya. Mehmet Nuri Ersoy, ministro de Cultura y Turismo de Turquía, participó personalmente en la inmersión para inspeccionar el sitio y destacó el valor global de este hallazgo como parte del patrimonio cultural mundial.
Además, las autoridades han revelado que existen al menos 400 naufragios documentados a lo largo del litoral entre las antiguas ciudades de Patara y Mersin, lo que evidencia la relevancia comercial de esta zona durante la antigüedad. Parte de las piezas extraídas se exhibirán próximamente en el nuevo Museo Mediterráneo de Arqueología Subacuática que se construye en la región de Idyros, consolidando a Turquía como un actor clave en el estudio y la preservación del legado marítimo clásico.
Este descubrimiento no solo enriquece el conocimiento sobre las rutas comerciales y prácticas logísticas del Mediterráneo antiguo, sino que también abre nuevas puertas a la investigación interdisciplinaria entre arqueología, conservación y turismo cultural con enfoque en el patrimonio sumergido.