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Irán: Poderío militar para celebrar los 40 años de la Revolución Islámica

En una arenga populista ante cientos de miles de iraníes en la plaza Azadi, el presidente Hasan Rohani prometió que la república islámica iraní continuará desarrollando sus sistemas de misiles.

El presidente iraní, Hasan Rohani, da un discurso durante una ceremonia por el 40º aniversario de la Revolución Islámica / Efe
El presidente iraní, Hasan Rohani, da un discurso durante una ceremonia por el 40º aniversario de la Revolución Islámica / Efelarazon

En una arenga populista ante cientos de miles de iraníes en la plaza Azadi, el presidente Hasan Rohani prometió que la república islámica iraní continuará desarrollando sus sistemas de misiles.

Irán exhibió ayer su músculo militar ante una vibrante multitud engalanada que celebró su cuarenta aniversario como nación islámica. En una arenga populista ante cientos de miles de iraníes en la plaza Azadi, el presidente Hasan Rohani prometió que la república islámica continuará desarrollando sus sistemas de misiles. "No hemos pedido y no pediremos permiso para fabricar misiles. Continuaremos nuestro camino militar y defensivo", subrayó Rohani, con motivo de los festejos del triunfo de la Revolución Islámica.

Misiles Qadr, con un alcance de 2.000 kilómetros; Ghiam, de 700 kilómetros; y Zolfeghar, de 800, desfilaron por la céntrica plaza y sus calles aledañas, vestidas de fiesta para la ocasión. Mientras, una a multitud ondeaba banderas iraníes y coreaba: “Muerte a Estados Unidos”, un lema repetido en las muchas protestas contra Washington que se celebraron en todo el país. Los manifestantes descendían las calles del centro de Teherán decoradas con grandes globos y altavoces que emitían canciones revolucionarias y nacionalistas para animar a los residentes a sumarse a las marchas.

Con esta puesta en escena, el mandatario iraní quiso sorprender al mundo con su poderío militar. Los sistemas de misiles de Irán, así como su influencia regional, preocupan especialmente a Estados Unidos, pero también a Europa y a países de Oriente Medio como Arabia Saudí e Israel. Rohani agradeció el apoyo de Irán a Irak, Siria, Líbano, Palestina y Yemen: "Los enemigos no lograron una victoria". También criticó la intervención extranjera en Oriente Medio, en particular de Estados Unidos, y aseveró que esas fuerzas foráneas "deben salir de la región".

El presidente iraní incidió además en las sanciones impuestas por EE UU contra Irán tras retirarse del acuerdo nuclear multilateral de 2015 el año pasado. "La presencia de la gente en las calles de todo el Irán islámico significa que se han arruinado las conspiraciones planeadas este año por el enemigo", afirmó. Ante todo, y a pesar a la crisis económica que ahoga el país, el mandatario iraní llamó a la unión para afrontar este momento delicado que atraviesa el país y que ha fomentado protestas y huelgas sin precedentes en el último año.

No obstante, el convencimiento de que todo irá a mejor si el pueblo se mantiene unido no lo siente toda la población, cansada de restricciones económicas y sociales.

Para los mandatarios iraníes es más fácil culpabilizar de todo a Estados Unidos que asumir sus propios errores. En esta misma línea populista, el líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, defendió recientemente los cánticos de "Muerte a Estados Unidos”, señalando que están dirigidos a sus autoridades, no al pueblo. Los iraníes "no dejarán de decir ‘Muerte a Estados Unidos’ mientras Estados Unidos actúe de forma maliciosa” hacia la nación, apuntó Jamenei refiriéndose al discurso sobre el Estado de la Unión de Trump en el que el mandatario, entre otras cosas, dijo: "No apartaremos nuestros ojos de un régimen que canta la muerte a Estados Unidos”.