Escalada de tensión
Israel ensaya su incursión terrestre «inmediata y limitada» en Líbano
El Ejército israelí inicia pequeñas operaciones en el sur del país de los cedros y comunica a Estados Unidos la inaplazable entrada de los tanques
La entrada de las tropas israelíes en el sur de Líbano es ya cuestión de horas, según fuentes militares citadas por medios estadounidense e israelíes. Dieciocho años después de la última vez, Israel regresará a un terreno que conoce a la perfección con tal de acometer el mayor golpe recibido por Hizbulá, la poderosa organización político-militar concebida y mimada por Irán en el país levantino, en muchos años. No en vano, medios como «The New York Times» o «Financial Times» aseguraban este lunes que en las últimas fechas los soldados israelíes apostados en la frontera ya habían penetrado puntualmente en el interior de Líbano para ultimar la ofensiva.
De acuerdo al diario estadounidense, las operaciones -confirmadas por seis altos funcionarios israelíes y uno occidental- han tenido como fin reunir información de inteligencia sobre las posiciones de Hizbulá más cercanas a la frontera y en la identificación de los túneles e infraestructura militar de la milicia proiraní. Sin concretar los próximos planes, el ministro israelí de Defensa Yoav Gallant aseveró hoy que la «próxima fase de la guerra contra Hizbulá comenzará pronto, y ello hará posible que los residentes en el norte regresen a casa». La operación militar sobre el terreno coincide con la ampliación geográfica de la ofensiva del Estado judío: si en la madrugada del lunes un dron israelí asesinaba a tres miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina en Beirut -el primer ataque llevado a cabo intramuros y fuera del Dahiyeh, el suburbio meridional en el que Hizbulá tiene su bastión, una organización nacionalista y de izquierdas cercana a Al Fatah.
Por su parte, Hamás también informó este lunes de la muerte de su líder en Líbano, el comandante Fatah Sharif Abu Al Amin, en otro ataque israelí en el sur en el que también murieron su esposa, su hijo y su nuera. «El comandante Fatah Sharif murió hoy al amanecer tras una operación terrorista y de asesinato criminal en un ataque aéreo que tuvo como objetivo a toda su familia en su casa en el campo de refugiados de Al Bass, en el sur de Líbano», lamentó la organización islamista.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa también reportó el ataque de este lunes en el campo de refugiados palestino Al Bass, en las afueras de la ciudad de Tiro, en el sur del país. Se trata, según ANN, del primer bombardeo israelí en esta zona que ha causado víctimas. Además, el domingo las FDI bombardeaban Hodeida, puerto controlado por los rebeldes chiitas, los hutíes, en el oeste de Yemen. Después de un silencio acentuado por la desaparición de su voz más resonante y carismática, la de Hasán Nasrala -asesinado en el feudo chií del sur de Beirut-, el vicesecretario general Naim Qassem aseguró, dirigiéndose a Israel, que «si el enemigo entra en nuestro territorio, nuestros combatientes estarán preparados para resistir».
Por su parte, la República Islámica de Irán, principal patrocinador de Hizbulá y resto de milicias de base chií diseminadas por la región, volvió hoy a emplear un tono amenazante hacia Tel Aviv aunque asegurando que no enviarán tropas sobre el terreno para apoyar a la milicia libanesa. A través del portavoz del Ministerio de Exteriores, el régimen los mulás afirmó hoy que «no dejará sin respuesta (…) las agresivas acciones» israelíes. «Irán sigue los acontecimientos manteniendo consultas estrechas con las autoridades libanesas. Irán no dejará sin respuesta ninguna de las acciones agresivas del régimen sionista», aseveró el portavoz del Ministerio de Exteriores, Naser Kanani. A juicio del portavoz de la Cancillería iraní, «la escuela de Nasrala está viva» y «no hay duda de que el frente de la resistencia y el pueblo de Líbano celebrará la muerte del sionismo».
Entretanto, como en las últimas jornadas, Estados Unidos y Francia se volvían a significar en las últimas horas en sus esfuerzos por impedir la escalada aunque Tel Aviv ya habría comunicado que la incursión es «inmediata» y que será «limitada». La Administración Biden ha tratado de convencer a las autoridades israelíes de la necesidad de evitar una operación terrestre a gran escala en suelo libanés y, según fuentes de The New Tork Times, dichos «esfuerzos han sido productivos». De ahí, quizas, el matiz del Ejército hebreo de que la intervención no será extensiva. Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, -el primer jefe de una diplomacia occidental en pisar suelo libanés desde la última escalada- instaba hoy desde Beirut a las autoridades israelíes que eviten la invasión terrestre. «Exhorto a Israel a abstenerse de toda incursión terrestre y a decretar un alto el fuego», afirmó Barrot, quien llamó a Hizbulá a hacer lo propio.
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