Política

Crisis migratoria en Europa

Jugaban a la vídeoconsola antes del naufragio del Costa Concordia

El primer oficial de cubierta y el cartógrafo del Costa Concordia, Giovanni Iaccarino y Simone Canessa, respectivamente, jugaban a la vídeoconsola en el momento del choque del crucero contra las rocas frente a la isla italiana de Giglio que hizo naufragar al barco.

Así lo aseguró hoy el propio Iaccarino, durante una nueva vista del juicio contra el capitán del barco, Francesco Schettino, que se celebra en la localidad de Grosseto (centro de Italia) y en la que este lunes declararon los primeros de los 1.040 testigos previstos para este proceso.

"A las 21.30 horas no estaba de servicio. Estaba en el puente 5, en la cabina de Simone Canessa. Jugábamos a la 'Play Station' cuando advertimos un bandazo del barco a la derecha, después a la izquierda. Cayeron objetos, la sensación era de haber encallado en un banco o de haber colisionado", dijo Iaccarino, en declaraciones que recogen los medios italianos.

"Hubo una vibración tremenda y objetos que caían al suelo. Fui al puesto de mando y vi el GPS que marcaba nueve nudos. Habíamos pasado de 16 a 9. Dirigí la mirada a la carta náutica y vi que estábamos sobre un fondo marino de 70 metros junto a las rocas. Miré el panel y solo había cruces rojas. Todas las luces eran rojas", añadió.

El primer oficial de cubierta indicó que después vio cómo Schettino se echaba las manos a la cabeza y decía "la he liado", tras lo que se dirigió al puente número cero del barco y vio que el agua entraba rápidamente.

Iaccarino aseguró además que para acercarse más de lo habitual a la pequeña isla italiana, en la maniobra de saludo a sus habitantes, el capitán del crucero ordenó que se cambiara la ruta ese 13 de enero de 2012, pasando a media milla de Giglio en vez de a 5 millas, como prevé el programa de ruta.

Según el testigo, la nueva ruta, que no fue comunicada ni a la Capitanía de Puerto ni a la naviera, Costa Cruceros, estaba a cargo de los oficiales de a bordo, entre ellos Canessa, quien trazó sobre las cartas náuticas el recorrido y recibió la orden de avisar a Schettino en cuanto la nave se aproximara a la isla.

El oficial contó además que el capitán del barco, la única persona que se sienta en el banquillo de los acusados en este juicio, había intentado ya hacer la misma maniobra una semana antes, pero que las difíciles condiciones del mar se lo impidieron.

El juicio contra Schettino por el naufragio del crucero, en el que hubo 30 muertos, entre ellos un español y dos peruanos, y dos desaparecidos, comenzó el pasado 17 de julio en un teatro de Grosseto con capacidad para acoger a todas las partes personadas en este proceso.

Schettino puede enfrentarse a una pena de hasta 20 años de prisión por supuestos delitos de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y por no haber informado a las autoridades portuarias inmediatamente de la colisión.

El pasado 20 de julio, un juez ratificó las penas de entre 18 y 34 meses de prisión pactadas por la Fiscalía con los otros cinco imputados, los oficiales Ciro Ambrosio y Silvia Coronica, el timonel Jacob Rusli, el jefe de a bordo Manrico Giampedroni y el jefe de la unidad de crisis en tierra de Costa Cruceros, Roberto Ferrarini.