El Futuro de Venezuela

La batalla de los dos millones de votos

Capriles arranca la campaña con el objetivo de reducir ante Maduro la brecha que le separó de Chávez en 2012

Henrique Capriles durante un acto electoral en Chichiriviche
Henrique Capriles durante un acto electoral en Chichirivichelarazon

Con el lema «de Sabaneta a Miraflores», el presidente interino Nicolás Maduro iniciará mañana su campaña electoral para los comicios presidenciales del 14 de abril desde la ciudad natal del fallecido Hugo Chávez en el estado Barinas.

Con el lema «de Sabaneta a Miraflores», el presidente interino Nicolás Maduro iniciará mañana su campaña electoral para los comicios presidenciales del 14 de abril desde la ciudad natal del fallecido Hugo Chávez en el estado Barinas. En la tierra y cuna de la familia presidencial, el candidato Henrique Capriles también quiere comenzar su campaña electoral con el firme propósito de reducir la distancia electoral que le separó de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del pasado mes de octubre, cuando el líder chavista obtuvo 8 millones de votos frente a los 6,5 millones del candidato opositor.

Capriles tiene en Barinas un comando y sus seguidores se atreven a hacer por primera vez campaña política en el lugar de nacimiento de Chávez. Maduro explicó ayer, durante una celebración por el 19 aniversario de la salida de Chávez de la cárcel de Yare, en 1994, que «toda la patria está movilizada. Vamos a arrancar muy temprano el 2 de abril en la ruta que nos dejó el comandante Chávez».

El presidente interino criticó que la oposición fijara para mañana la apertura de su campaña en Barinas, donde el oficialismo tiene pensado emprender un periplo que emularía el recorrido que Chávez hizo el año pasado antes de los comicios de octubre y que entonces llamó «De Sabaneta a Miraflores».

Finalmente, la bancada opositora decidió posponer para este miércoles el acto. «La batalla electoral no puede poner en riesgo al pueblo», era el encabezado de los mensajes de los dirigentes de oposición en Barinas, que anunciaban el cambio tomado respecto al acto de campaña electoral de Capriles.

Para los dirigentes oficilistas, hubo palabras en el discurso de Maduro que pudieron terminar en una acción de violencia. «Capriles no tiene nada que buscar aquí, él no nació en Barinas».

Con la ventaja de tener una campaña presidencial a sus espaldas y de no enfrentarse ahora al invicto y carismático líder bolivariano, Capriles ha optado por retar directamente a Maduro y usa una dialéctica más frontal para desentrañar «las verdades» del país, como la inseguridad o los altos índices de inflación o escasez.

La oposición ha convocado a que los ciudadanos hagan marchas nocturnas hoy en Caracas y otras localidades para acompañar a Capriles, y reclamar más seguridad en el país, donde en 2012 hubo 16.072 homicidios. «Tomar la calle de noche es un acto épico, un acto de rebeldía de alguna manera frente a la realidad que está viviendo Venezuela», dijo ayer al canal privado Globovisión el alcalde del municipio caraqueño de Chacao, Emilio Graterón, quien llamó a «caminar por la vida» y por que «no haya más violencia».

Capriles afirmó ayer a los periodistas que la breve campaña de diez días que arranca el martes es «completamente atípica» y, además, consideró que estuvo «fríamente calculada por quienes montaron ese proceso». «Meternos la Semana Santa en el medio... pero bueno, nuestro pueblo sabe lo que tiene que hacer», dijo Capriles, que desde el pasado 16 de marzo ha recorrido 17 de los 23 estados del país, un ritmo trepidante.

Emulando la actividad tuitera de Chávez, Maduro protagonizó ayer su primera polémica en la red social Twitter, donde respondió a varias críticas que lanzó por la misma vía el exgobernante colombiano Álvaro Uribe. El que fuera jefe de Estado colombiano encendió la red social desde este sábado, cuando criticó a Maduro por tildar a la oposición como «herederos de (Adolf) Hitler». El pasado 17 de marzo, Maduro se estrenó en Twitter con la cuenta @NicolasMaduro, tratando de seguir la estela de Chávez, que logró ser el segundo mandatario más seguido del mundo en la red social, por detrás del estadounidense Barack Obama.

Sólo cinco meses después de sus últimas elecciones presidenciales, Venezuela está inmersa en otra campaña electoral más intensa y dura que, sin objeciones del poder electoral, se adelantó a su comienzo formal por la brevedad de los plazos. Pero no sólo la corta campaña electoral hace particular estas elecciones. También las circunstancias excepcionales en las que fueron convocadas: tras la muerte el pasado día 5 del presidente Hugo Chávez, que fue cabeza de cartel durante 14 años. Según analistas, el hecho de que Chávez no sea candidato inyecta una condición de atención extra a estos comicios, en los que los venezolanos decidirán el futuro del país hasta 2019 entre la continuidad de la llamada revolución bolivariana o una ruptura y cambio político en el país petrolero.

Si el candidato oficialista venezolano Maduro gana las elecciones presidenciales, este país «llorará lágrimas de sangre», advirtió a LA RAZÓN el ex directivo del Banco Central de Venezuela (BCV), José Guerra. Guerra señaló que el actual presidente encargado tampoco posee el carisma ni el liderazgo del fallecido presidente venezolano, «a quien intenta emular sin conseguirlo».

«No veo a Maduro asumiendo el rol de líder de la Fuerza Armada Nacional (FAN), así como tampoco solucionando los problemas de liderazgo dentro de las diferentes facciones que conforman el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)», enfatizó.

«En Venezuela, la producción de alimentos disminuyó drásticamente en los tres meses que tiene Nicolás Maduro como encargado de la Presidencia, de allí que en estos momentos los índices de escasez y desabastecimiento superen el 20 por ciento», recalcó el experto.