La huella yihadista

La estrategia de Erdogan tanto en Siria como dentro de Turquía guarda relación con el atentado de Ankara. Puede servir como ejemplo la información de la agencia de noticias rusa Sputnik, según ha aparecido en la Prensa turca en los últimos días, que recordaba que el Estado Islámico comenzó a atentar en Turquía en el momento en que se abrió la base militar de Incirlik a Estados Unidos y el resto de fuerzas de la coalición. De acuerdo con la agencia, unas 100 personas procedentes de Siria se han infiltrado en Turquía para sabotear las actividades de las organizaciones kurdas de izquierda. Debido a su valiente lucha en Siria e Irak, está claro que los kurdos son el objetivo número uno del Estado Islámico. Además, la izquierda turca y otras fuerzas han acusado a Erdogan de cooperar con el Estado Islámico y algunos han llegado incluso a sugerir que el atentado ha sido ordenado directamente por el propio primer ministro. Como es sabido, Turquía ha sido acusada varias veces de haber suministrado armas al Estado Islámico, de donde podrían proceder las buenas relaciones del país con el grupo terrorista. Davutoglu afirmó en una entrevista hace dos o tres meses que hay unos 600 turcos entre las filas del Estado Islámico. Un investigador turco aseguró hace un año que el 10% de los combatientes del grupo terrorista proceden de Turquía. Es imposible saber cuántos miembros de la organización yihadista se encuentran actualmente en el país, pero me arriesgaría a decir que se trata de miles.

La masacre de Ankara es en el mayor ataque terrorista que ha sufrido el país en toda su historia. No se trata de algo que pueda resolverse con un discurso centrado en la protección y la seguridad, como el que ha protagonizado Erdogan estos días. La sociedad turca se ha mostrado insatisfecha con varias de sus políticas, tanto internas como externas, y las últimas encuestas reflejan una gran caída del AKP. La falta de seguridad es uno de los problemas principales, pero también lo son la economía, la crisis de refugiados y la inmigración.

*Experta en Oriente Medio e investigadora del BESA Institute Católica de Valencia