Nicaragua
La Justicia da a Morales luz verde a un cuarto mandato
Los bolivianos rechazaron el año pasado su reelección en un referéndum.
Los bolivianos rechazaron el año pasado su reelección en un referéndum.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha perdido las formas. Ni siquiera sigue los pasos del difunto Hugo Chávez, que por lo menos acudía a la urnas en busca de legitimidad para conseguir sus fines. En su deseo incontenible de perpetuarse en el poder, Morales acudió a la Justicia y ayer el Tribunal Constitucional le dio el visto bueno para postularse a un cuarto mandato consecutivo (2020-2025), pese a que los bolivianos votaron contra su reelección en un referéndum el año pasado.
El fallo, adoptado por unanimidad, considera que el «derecho humano» a participar libremente en las elecciones prevalece sobre las limitaciones de la Constitución. La Carta Magna boliviana, que el propio Morales suscribió en 2009, sólo permite a las autoridades una reelección consecutiva. No obstante, según explicó el presidente del Constitucional, Macario Lahor Cortez, la Convención Americana de Derechos Humanos tiene mayor peso que las normas constitucionales. Su resolución «está habilitando a esas personas [autoridades] a postularse, porque definitivamente el que elige es el pueblo boliviano», explicó. «La decisión ha sido unánime en sala plena, el Tribunal Constitucional Plurinacional ha actuado de acuerdo a lo que establece la Constitución Política del Estado y los convenios internacionales», dijo Cortez.
Morales dijo ayer que esta decisión garantiza una «continuidad democrática» y la «estabilidad» de su país. El presidente sostuvo que la determinación del alto tribunal fue «en base a la Constitución y sobre todo al Derecho Internacional» que lo respalda. La norma beneficia también al vicepresidente, 154 legisladores, nueve gobernadores, 339 alcaldes y 3.500 concejales y consejeros. El partido gobernante Movimiento Al Socialismo había presentado en septiembre un recurso ante el TC para que declarase inaplicables los artículos de la Constitución que limitaban la reelección.
Morales comenzó a gobernar en 2006 y en 2009 modificó la Constitución, donde quedó establecido que un presidente sólo podía gobernar por dos períodos consecutivos. Sin embargo, para habilitar su postulación para 2010-2015 pidió al Constitucional que interprete la ley con el fin de que ese período sea considerado el primero bajo una nueva Carta Magna. Bajo esa misma lógica, su segundo mandato bajo la nueva Constitución es el actual 2015-2020. En todos los comicios Morales ganó por amplia mayoría.
Pese a su alta popularidad, en febrero del año pasado perdió un referéndum en el que buscaba reformar la Constitución y habilitarse para presentarse para el quinquenio 2020-2025. Ahora, Morales tiene el camino libre para ir a por un cuarto mandato, mientras la oposición denuncia que se está violentando la Ley y se le está propinando un golpe a la democracia. El líder opositor, Samuel Doria Medina, comparó ayer la situación de Bolivia con la de Venezuela y a Morales y con Nicolás Maduro. «Están en el mismo camino, sólo les interesa eternizarse en el poder, no les importa si destruyen sus países, son los golpistas de hoy», afirmó. Sin embargo, los métodos recuerdan aun más a los utilizados por el sandinista Daniel Ortega, que ha urdido un sistema dinástico, un régimen de partido único con Gobierno autoritario en Nicaragua, donde el sandinismo gobernará 14 años de forma ininterrumpida y acumulará 24 años en el poder.
El ex presidente Tuto Quiroga también habló de «golpe a la democracia» e instó a los bolivianos a votar nulo en las elecciones del domingo para elegir a los miembros de los principales órganos judiciales. Quiroga acusó a Morales de desconocer el referéndum de 2016, «cuando nos consultó y le dijimos ‘no te puedes quedar en el poder, debes irte a tu casa’».
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