Venezuela

La oposición confía en que su victoria frenará el caos económico

Considera que el nuevo escenario mejorará las expectativas de los mercados. EE UU, China y Cuba se juegan sus intereses en el país

La oposición confía en que su victoria frenará el caos económico
La oposición confía en que su victoria frenará el caos económicolarazon

Considera que el nuevo escenario mejorará las expectativas de los mercados. EE UU, China y Cuba se juegan sus intereses en el país

Con el precio del barril de petróleo más bajo de los últimos cinco años, con una inflación galopante que muchos analistas sitúan por encima del 100% (no hay datos oficiales) y con una escasez de productos básicos en aumento, el gran reto de la oposición una vez que tome posesión de la nueva Asamblea Nacional el próximo enero será legislar –dentro del estrecho margen de maniobra que tiene en este campo– para reconducir la maltrecha economía venezolana. En este contexto, se antoja complicado pagar la deuda de 16.000 millones de dólares que el Estado venezolano tiene que devolver en 2016.

Preguntado por la posibilidad de que el país entre en «default» a lo largo del próximo año, el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba, explicó recientemente a LA RAZÓN que no contempla esa opción: «Pienso, por el contrario, que una victoria de las fuerzas democráticas abrirá expectativas para el país, que será visto con otros ojos también por los mercados».

Los dirigentes opositores han asumido que la derrota del chavismo se ha producido en primer lugar por una gestión económica «desastrosa». Las largas colas para comprar en tiendas desabastecidas han sido la puntilla del régimen, aseguran. En medio de esta situación, los expertos no dudan en la necesidad de nuevas recetas para tratar al enfermo crónico en que se ha convertido Venezuela, uno de los países con mayores reservas de petróleo del mundo. Según la principal patronal venezolana, Fedecáramas, urgen medidas «muy duras, de algo coste político, pero que constituyen la única manera de poder salir de esta recesión tan severa que nos tiene en estos niveles de inflación y escasez que están agobiando a todos los venezolanos», afirmó a LA RAZÓN Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras.

Hay que recordar que durante los últimos gobiernos bolivarianos, las empresas privadas han visto mermados sus beneficios y, en muchos casos, se han visto abocadas al cierre.

Desde la patronal informan de que el país ha pasado de tener unas 12.000 industrias a 7.000. «En cuanto al parque de empresas, se estima que pudiera estar en torno a unas 550.000 empresas, pero hace diez años había alrededor de 700.000 empresas», según sus cálculos.

Fuentes de la oposición consultadas por este periódico aseguran que la troika formada por Estados Unidos –el mejor cliente del petróleo venezolano–, China –el principal acreedor del Gobierno chavista– y Cuba –el más sólido aliado político del presidente Nicolás Maduro– han presionado por diferencias vías para que el Gobierno evitara una salida violenta tras las elecciones. Los tres países tienen intereses económicos y geoestratégicos en Venezuela y habrían maniobrado para que el país no se vaya por el sumidero de la quiebra.

Los empresarios han pedido al Gobierno que asuma cinco medidas importantes en materia económica. Exigen un sistema cambiario transparente para que las empresas puedan planificar las compras de materias primas y de insumos intermedios. «Sin ese sistema confiable vamos a seguir teniendo esos altos y bajos en el abastecimiento», explicó el presidente de Fedecámaras. Otro de los obstáculos señalados por los empresarios es la Ley de Precio Justo aprobada por Maduro, un mazazo para las empresas porque las obliga a reducir el precio de los productos y a trabajar en pérdidas.

La confianza del país también se ha visto afectada por el alto nivel de confiscaciones y expropiaciones que comenzó en la época de Hugo Chávez y que continuó, aunque en menor medida, con Maduro, ahuyentando las inversiones internacionales. Fedecámaras también ha pedido incentivos a la producción nacional y una reforma laboral para dotar de una mayor productividad a la economía del país.