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Una reñida mayoría absoluta

La autoridad electoral asigna a la oposición 112 escaños, con los que logra los dos tercios de la Asamblea claves para derrocar al chavismo

Lilian Tintori (i), esposa del líder opositor venezolano encarcelado Leopoldo López, levanta la mano de Enrique Marquez, miembro del comité ejecutivo del comando de campaña y diputado electo (d) ayer
Lilian Tintori (i), esposa del líder opositor venezolano encarcelado Leopoldo López, levanta la mano de Enrique Marquez, miembro del comité ejecutivo del comando de campaña y diputado electo (d) ayerlarazon

La autoridad electoral asigna a la oposición 112 escaños, con los que logra los dos tercios de la Asamblea claves para derrocar al chavismo

Tras varias horas de retraso, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, asignó anoche a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) los dos escaños clave que estaban en juego. Con esos dos asientos, la oposición suma 112 diputados, que serán claves para iniciar el desmantelamiento del régimen bolivariano. Según los datos del CNE, el gobernante PSUV consiguió 55 escaños. Asimismo, la autoridad electoral informó de que la oposición logró un 65,27 por ciento de los votos emitidos y el chavismo, un 32,93 por ciento. De esta manera, se puso fin a la incertidumbre que sobrevoló ayer los mentideros de Caracas.

Una victoria por debajo del umbral de los 112 hubiera significado que la MUD se habría quedado con una mayoría de tres quintos, insuficiente para acometer avances más profundos. Por eso, la alegría cundió anoche en el cuartel general de la oposición, cuando se informó de manera oficial que su victoria ha sido aplastante frente al chavismo.

El retraso para completar el recuento había mantenido en vilo a Venezuela y provocó hasta el último momento el malestar en la oposición, que lo consideró un acto «mezquino», ya que ellos mismos decían tener las actas que demuestran haber obtenido la mayoría absoluta. Por la tarde, y 48 horas después de las elecciones, la MUD ya se había atribuido 112 diputados –trece más de los 99 ya conseguidos el lunes–, alegando que poseía la las citadas actas. Este resultado les permite ocupar dos tercios del parlamento. Se trata de la mayoría cualificada tan deseada que les permitirá iniciar un proceso constituyente, así como emprender un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro a partir de abril –cuando se cumple la mitad del mandato, tres años– y reuniendo un 20% de firmas de los electores. En definitiva, tendrían en sus manos la posibilidad de derrocar al Gobierno chavista.

Con la primera cifra de 99 diputados, la oposición ya se hizo con una mayoría simple que permite, entre otras cosas, reformar la Constitución; y con la cifra de los 107 diputados ya habría superado la mayoría de tres quintos con la que podrían, además, vetar a ministros o vicepresidentes. Estos resultados, sin embargo, no hubieran servido para sacar a Maduro del poder. De madrugada, el Consejo Nacional Electoral (CNE) actualizaba en su página web unos resultados que daban 107 escaños a la MUD, 55 al oficialismo y tres para las reservas indígenas.

Finalmente, la autoridad electoral tuvo que reconocer la victoria so pena de enfrentarse a un escándalo mayúsculo habida cuenta de que la oposición tenía en su poder las actas de las mesas de votación, lo que demuestra que en esta ocasión sí se había preparado a fondo para evitar fraudes.

El próximo día 5 de enero tomarán posesión los nuevos diputados en la Asamblea Nacional de Venezuela. A partir de ese momento, el país empezará a caminar hacia una nueva era ante la resistencia del chavismo.