Guerra en Siria
La OTAN se blinda contra la yihad en la frontera sur
La Alianza Atlántica acuerda reforzar la seguridad en el Mediterráneo por tierra, mar y aire ante el ascenso del EI en Libia.
Los ministros de Exteriores de los veintiocho países de la OTAN acordaron ayer en Bruselas dar un nuevo impulso a su estrategia frente a las amenazas que provienen del sur. Especialmente, fijaron su atención en Libia y Siria y el auge del terrorismo, cuyo contagio a Occidente es cada día más evidente, así como reforzar a su aliado turco, que está «literalmente en primera línea» de los conflictos. «Aceleraremos los esfuerzos ante los desafíos del sur, dado que el incremento del extremismo violento y los recientes ataques terroristas muestran que nos enfrentamos a un nuevo reto cualitativo», aseguró ayer el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. «Una mayor disposición y preparación de nuestras fuerzas es altamente relevante en el sur», añadió en clara referencia al desafío que supone el auge del Estado Islámico.
En la reunión interministerial en la que, entre otros, intervinieron el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y el titular de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, se acordó reforzar la seguridad en el sur a través de medios aéreos, navales y terrestres en el Mediterráneo. En este aspecto contribuirá Reino Unido con el envío de aviones y Dinamarca, con barcos en la zona. «Mejoraremos nuestras capacidades, hay muchas maneras de hacerlo. También prestando atención especial a las nuevas formas de amenaza». En la línea de refuerzo del frente del sur, se aprobó la instalación de una división especial en Bucarest con 280 efectivos.
Otro punto de interés es el despliegue de la batería de misiles Patriot en Turquía para impedir ataques contra su territorio. Esta misión, que termina en enero, podría renovarse dada la actual tensión tras el desafío ruso. En este sentido, y tras reiterar el apoyo a Ankara, los ministros de Exteriores se comprometieron a realizar una activa revisión de los planes de defensa en este país, esperando concretar en qué consistirá este nuevo paquete de ayuda en las «próximas semanas».
Stoltenberg insistió en la necesidad de focalizar los esfuerzos en Siria, pero no materializó ningún tipo de medida concreta, más allá de continuar apoyando a las fuerzas regionales para reforzar la seguridad en los países y que ellos, con el paso del tiempo, sean capaces de contribuir a la estabilización de Oriente Medio. «Estamos estableciendo entrenamientos a oficiales iraquíes en Jordania y Turquía en áreas como la reforma de los sistemas de seguridad, eliminación de minas... Además, también estamos trabajando estrechamente con Túnez para luchar contra el terrorismo, aportando asistencia de inteligencia y entrenamiento a su Ejército», señaló.
En este sentido, se apuntó la necesaria colaboración entre la UE y la OTAN para afrontar juntos estos retos. «Somos diferentes en cuanto a nuestra naturaleza, pero somos complementarios», explicó la Alta Representante, Federica Mogherini, quien insistió en Bruselas en que ambos deben trabajar codo con codo para reforzar la seguridad de las fronteras europeas, así como en el interior del continente. «Nos enfrentamos a retos como el de Siria, Libia y la lucha contra el EI», dijo.
En relación al papel que debe jugar la OTAN en el proceso de transición en Siria, Stoltenberg recalcó que «es algo que debe centrarse en el marco de las conversaciones de Viena» y entre los agentes regionales, además de continuar con las labores de la coalición para frenar al Estado Islámico, en la cual participan 26 de los 28 países que integran la Alianza Atlántica.
Por otra parte, ayer, Stoltenberg confirmó la prórroga de la misión «Resolute Support», que finalizaba a finales de año. Así, durante 2016 se mantendrán los 12.000 soldados (7.000 estadounidenses y 5.000 del resto de aliados) tanto en Kabul como en otras regiones del país. «No será una misión de combate, sino de refuerzo de la seguridad», dijo el secretario general para después añadir que «es una medida que se toma por nuestra propia seguridad para prevenir el extremismo y el terrorismo». También se acordó ayer ampliar la financiación de las Fuerzas de Seguridad afganas hasta 2020, aunque esperarán a la cumbre de julio en Varsovia para concretar la cantidad exacta. La cifra podría rondar los 4.600 millones de dólares anuales que hasta ahora se han estado suministrando a Kabul.
Durante la cena, los ministros discutieron sobre cómo reconducir las relaciones con Rusia tras la deteriorada relación a raíz de los acontecimientos en Ucrania. Asimismo, invitarán hoy oficialmente a Montenegro a sumarse a la OTAN como el 29º Estado miembro.
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