Política

Bruselas

La «reina buena» deja su herencia a los pobres

Todo el patrimonio de Fabiola de Bélgica irá a parar a la asociación «Obras de la Reina», que trabaja con indigentes y familias necesitadas

Reina Fabiola
Reina Fabiolalarazon

La última noticia de la reina Fabiola llegaba ayer en referencia a su legado privado. Según publicaba «Le Soir», su herencia irá destinada a las personas más desfavorecidas de Bélgica. Todo su patrimonio irá a parar a la asociación ASBL «Obras de la Reina», creada tras su matrimonio con Balduino en 1960. La presidencia la ostenta la actual reina Matilde y tiene por objetivo recaudar fondos para obras benéficas que ayuden a las personas que se encuentren en una situación de necesidad imperiosa. Sus proyectos se centran en incrementar las oportunidades de integración de jóvenes y sus familias. Este último deseo bien ayudaría a borrar la posible mala imagen que se generó después de que la reina más querida creara la fundación privada Fons Pereos. Su puesta en marcha la llevó a ser acusada de evasión fiscal por intentar dejar a sus sobrinos herencias a través de la fundación pagando por ello menos impuestos de sucesión que si lo hubiera gestionado de forma clásica. Después de las críticas, la disolvió en septiembre de 2013.

La catedral de Bruselas acogerá el próximo viernes, 12 de diciembre, a las 10:00 h. el funeral de la reina española de todos los belgas, la reina Fabiola, una semana después de su fallecimiento. Se trata de la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, el mismo lugar que fue testigo de su matrimonio con el rey Balduino. Hasta ese momento el país vive una semana de duelo nacional –con las banderas a media asta en todos los edificios públicos– en la que los monarcas han anulado todos sus actos oficiales. Por el momento, el cuerpo de la reina se encuentra en el castillo de Stuyvenberg, más conocido como «el palacio de las viudas», donde la reina Fabiola vivió sus últimos años de vida. Sus restos serán trasladados el próximo lunes a la capilla del castillo de Laeken, residencia de los actuales reyes de Bélgica, Felipe y Matilde. Al día siguiente, pasarán al palacio real de Bruselas, donde se encuentran también los restos de quien fuera su marido, el rey Balduino, para que el miércoles y jueves la ciudadanía pueda rendir homenaje a una de las reinas más queridas en Bélgica.

El Consejo de Ministros se reunía de forma extraordinaria para acordar cómo proceder después del fallecimiento de la reina Fabiola. El primer ministro del país, Charles Michel, se dirigía a la Prensa reconociendo una vez más la labor de una reina «que ha contribuido a marcar la historia de Bélgica como país»: «He reunido al Consejo de Ministros el sábado para organizar los funerales. Tras la propuesta de su majestad el rey, el Consejo de Ministros ha decidido que el funeral sea nacional. Ella fue con el rey Balduino una reina al servicio de su país. Recordaremos su sentido de la cercanía con todos nuestros conciudadanos, especialmente los más débiles y los más necesitados. Su compromiso por las artes y la cultura fue también otra faceta importante de su vida», señalaba el primer ministro.

La población belga dejaba desde anoche flores y velas a las puertas del palacio real de Bruselas para honrar la memoria de Fabiola. Mujeres, hombres, mayores y jóvenes pasaban por la plaza del palacio para mostrar su cariño a quien fuera la reina de los belgas durante más de 30 décadas. «En conmemoración de la reina más divertida de Bélgica», decía uno de los mensajes, que lucía un muñeco con forma de oso con los colores de la bandera belga. Ramos de flores blancas y banderas nacionales adornaban la valla de la entrada principal del Palacio.

Multitud de curiosos se acercaban, algunos conscientes de que se estaba viviendo un momento histórico en el país y con pesar por el fallecimiento de Fabiola y otros simplemente para retratarse en una foto de recuerdo. Muchos turistas recordarán su viaje a la capital europea por el deceso de la reina española más admirada en Bélgica.