¿Se está Kim echando atrás en sus amenazas ?

–Sí, parece estar retrocediendo. Es un patrón que ha exhibido en el pasado: habla mucho y actúa poco. Parte de la razón es que Corea del Norte no tiene necesariamente la capacidad técnica para cumplir las amenazas. Tenía la opción de lanzar misiles a alta mar, provocando así a EE UU y haciendo que Corea del Norte parezca inepta, o retirar su amenaza.

Corea del Sur dice que su país debe autorizar los actos militares en la península de Corea, ¿revela esto tensiones entre Trump y sus aliados?

–Las tensiones entreDonald Trump y sus aliados se han elevado desde que juró su cargo, si no antes. Trump no parece tomarse las alianzas muy en serio. Hay que mirar a sus altos cargos: Pence, Mattis y Tillerson, para ver con mayor credibilidad cómo sería la respuesta del país. Sospecho que estos están suavizando las tensiones en privado, pero Corea del Sur quiere afirmar que su futuro no será decidido por las grandes potencias. Aunque lo cierto es que esto parece más bien una ilusión que una declaración basada en la realidad. La consecuencia de un ataque contra Guam provocaría una escalada que estaría fuera del control de Corea del Sur. Puede insinuar que no concedería plena cooperación, pero EE UU tiene muchas opciones militares que no requerirían su consentimiento.

¿Por qué se ha visto más tensión esta vez?

–La relación entre EE UU y Corea del Norte siempre ha sido dura. El líder norcoreano siempre ha encontrado maneras de llamar la atención para que su estado esté unido y la comunidad internacional nerviosa. Esto es solo otro ejemplo. Lo que lo hace diferente es que Estados Unidos están respondiendo con su propia forma de retórica subida de tono y dado lo que nos jugamos con un error de cálculo, la retórica poco medible es motivo de preocupación.