El Salvador

La trampa mortal de las cárceles en El Salvador: 1.860 asesinatos en 2019

El Gobierno, no obstante, levanta el estado de emergencia tras reducir un 21,6% las muertes

Un miembro de los ´Mara salvatrucha´, en la cárcel de Ilopango/Efe
Un miembro de los ´Mara salvatrucha´, en la cárcel de Ilopango/Efelarazon

El Gobierno, no obstante, levanta el estado de emergencia tras reducir un 21,6% las muertes

El Salvador vuelve a hacer honor a su fama de ser uno de los países más peligrosos del mundo, y lo es tanto en la calle como en el interior de sus cárceles. Pese a que los índices de homicidios se reducen en los últimos años, las cifras que registra el país centroamericano suenan alarmantes en cualquier otra parte del mundo, pero la perspectiva es muy distinta.

En lo que va de año, han muerto 1.860 personas en centros penitenciarios del país. Aun así, el Ejecutivo acaba de levantar el estado de emergencia decretado el pasado 21 de junio en los 28 penales, como parte de las medidas que contempla el plan de seguridad “Control Territorial”, tras la reducción de homicidios de un 21,6 % en entre enero y agosto de 2019, informó este martes una fuente estatal, informa Efe.

El director de Centros Penales, Osiris Luna, explicó a periodistas que después de levantar la emergencia los privados de libertad, entre estos miembros de pandilla, entrarán a programas de rehabilitación para “eliminar el ocio dentro de las cárceles”.

Señaló que el “100 % de los presos deben de realizar una actividad productiva y participar en los diferentes programas de rehabilitación”.

La declaración del funcionario tuvo lugar después de que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, le ordenara la noche del lunes que se levantara totalmente el estado de emergencia en las cárceles de la nación. “Luego de que nuestro país tuviera el mes con menos homicidios desde los Acuerdos de Paz, se ordena al director @OsirisLunaMeza levantar totalmente la emergencia en @CentrosPenales”, publicó el mandatario -fiel a su costumbre- en su cuenta de Twitter. Bukele agregó que “la tendencia a la baja (de los homicidios) deberá mantenerse en septiembre. El presidente debe cumplir su palabra”.

El estado de emergencia contempló el aislamiento total de los reos y se prohibió las visitas de los familiares. Según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), la cifra de homicidios en El Salvador se redujo un 21,6 % en entre enero y agosto de 2019, en comparación con el mismo período de 2018, pero ya alcanzan los 1.860 casos. Un portavoz de la PNC confirmó a Efe que el país cerró agosto con 131 muertes violentas, con las que el registro de los nueve meses llegó a 1.860 víctimas. En el mismo periodo del año pasado fueron 2.374 los asesinatos computado. De esta manera, agosto se convirtió en el mes con menos homicidios registrados desde 1998, de acuerdo con cifras compartidas por el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas.

El Ejecutivo que preside Bukele atribuye esta baja en los asesinatos a un plan de control territorial lanzado el pasado 20 de junio y con el que se han concentrado a más 7.000 efectivos de la Policía y el Ejército en 22 localidades. El plan también incluye la rotación constante de los pandilleros presos para supuestamente romper la organización de dichos grupos al interior de las prisiones.

Las autoridades de El Salvador responsabilizan a las pandillas MS13, Barrio 18 y otras minoritarias de los altos índices de homicidios, de entre 103 y 50,3 por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2018, cifras que sitúan a esta nación centroamericana como una de las más violentas del mundo. Las maras aglutinan, según algunos estudios, a más de 60.000 individuos violentos que imponen su ley en buena parte de las poblaciones. Cuando son detenidos, se hacen fuertes en los centros penitenciarios, que acogen a una población reclusa de más de 38.000 personas, según datos de Human Rights Watch.

No obstante, las cifras de violencia disminuyen paulatinamente desde 2015. En 2018 hubo en El Salvador 3.340 homicidios, un 15% menos que el año anterior.