Venezuela

Las armas matan a 78 personas cada día en Venezuela

El país es el segundo más peligroso del mundo tras El Salvador.

Imagen de archivo de un cadáver en una calle de Caracas.
Imagen de archivo de un cadáver en una calle de Caracas.larazon

El país es el segundo más peligroso del mundo tras El Salvador.

Venezuela no sólo se enfrenta a graves problemas económicos. El país se ha convertido en un auténtico polvorín, con una guerra que se libra en las calles y deja un rastro de muertos aún mayor que en países como Irak o México. Un matadero sin códigos donde la impunidad reina en todos los estratos de la sociedad. Desde los barrios como el Petare, los cementerios, las cárceles, los tribunales y hasta la Policía, corrupta y asesina. Todos estos actores y verdugos marcan la ley con rúbricas de pólvora. Son culpables. La nación bolivariana vive una sangría que no parece detenerse desde los tiempos del fallecido Hugo Chávez.

«Este año 2016 ha sido particularmente violento y criminal». Así comienza el siempre polémico y esperado informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en el que se revela que este año se espera una tasa de 91,8 muertes violentas por cada 100.000 habitantes y un total de 28.479 fallecidos. Es el comienzo de un «cuento de terror» que cobra realidad en un mundo al revés llamado Venezuela.

Esta tasa de homicidios, explica el OVV, mantiene al Estado bolivariano como el segundo país más violento del mundo, sólo superado por El Salvador, con una tasa de 103 homicidios por cada 100.000 habitantes. De los 28.000 fallecidos, estiman que 18.230 casos son homicidios legalmente aceptados como tales; 5.281 muertos son víctimas de actos clasificados como resistencia a la autoridad; y los 4.968 restantes son muertes violentas bajo investigación.

Estas estimaciones también colocan a Caracas como la capital más violenta del mundo. Tiene 15 veces más homicidios que Ciudad de México, y diez veces más que Bogotá. Otro dato revelador del informe es que los asesinatos cometidos por sicarios aumentaron en 2016. Hubo hasta cuatro semanales.

El director del OVV afirmó que en promedio durante 2016 la nación petrolera registró entre 1 y 3 muertes por linchamientos y entre 1 y 4 muertes por encargo (sicariato) cada semana, que dos efectivos de seguridad son asesinados semanalmente y que apenas entre 8 y 9 personas son culpadas por cada 100 homicidios

El observatorio explica que no sólo el delito ha incrementado su violencia y letalidad, sino que las respuestas a los delincuentes, tanto por los cuerpos de seguridad del Estado como por los ciudadanos, «muestran manifestaciones de violencia y contravención de la ley». El OVV indica que entre las consecuencias de esta violencia está la generalización del miedo en la sociedad, lo que hace que la gente no salga, se impongan toques de queda no oficiales y los negocios cierren temprano. Igualmente la criminalidad ha generado desplazamiento de la población. No sólo de un distrito a otro, o de un estado a otro, sino también a otros países.

En el informe se explica también que este año la violencia tiene tres nuevos componentes: la ocurrencia de delitos vinculados al hambre como resultado de la carestía y escasez de alimentos; el incremento de los linchamientos por la población –entre dos y tres por semana, lo que deja más de cien víctimas– y las acciones militares y policiales que emprendió el Gobierno con prácticas de dudosa legalidad. Igualmente denuncia que ha continuado la censura oficial de información sobre criminalidad y seguridad ciudadana, pues ya van 13 años en los cuales el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz incumplen con la entrega de la información oficial.

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ajeno al devastador informe, aprobó los recursos para dotar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) «de la más moderna tecnología» proveniente de China y Rusia, y anunció que el 14 de enero realizará ejercicios militares, porque «nadie respeta a los débiles».