Londres

Londres defiende un debate «entre los escoceses» sobre la independencia

El ministro británico para Escocia, Alistair Carmichael, afirmó hoy que el debate sobre la independencia debe darse "entre los escoceses", si bien aseguró que el resto de británicos son "bienvenidos"a dar su opinión.

Para el liberaldemócrata Carmichael, nombrado por el Ejecutivo del "tory"David Cameron a principios de octubre, los independentistas escoceses presentan el debate "como una cuestión entre Edimburgo y Londres, entre la socialdemocracia escocesa y los conservadores ingleses, pero no hay tal cosa".

En un encuentro en Londres con la prensa extranjera, subrayó que "este es un debate entre los escoceses sobre el futuro constitucional de Escocia".

Según Carmichael, "los ciudadanos de otras partes del Reino Unido son bienvenidos a dar su opinión, a decirle a la gente de Escocia cómo se sienten sobre su independencia. Quiero oír opinar a los galeses, a los norirlandeses, pero el debate en sí mismo es entre los escoceses".

El político liberaldemócrata rehusó hacer comparaciones entre la situación en el Reino Unido y España, dado que se rigen por "marcos constitucionales distintos".

Preguntado por la posibilidad de que el Gobierno de Cataluña pueda mantener contactos con el británico, Carmichael subrayó que "esos contactos deberían darse a nivel nacional, entre el Gobierno español y el del Reino Unido".

El responsable de la política británica respecto a Escocia expuso sus puntos de vista una semana después de que el Parlamento de Holyrood (Edimburgo) aprobara la ley que regulará el referéndum sobre la independencia previsto para el 18 de septiembre de 2014.

Los escoceses mayores de 16 años, así como los residentes británicos y ciudadanos de la Unión Europea (UE) y la Commonwealth registrados en Escocia, responderán a la pregunta "¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no".

En caso de que el "sí"obtuviera la mayoría y Escocia se separara del Reino Unido, Carmichael subrayó que el nuevo Estado independiente tendría que pedir su entrada en la Unión Europea.

"Deberían pasar por el proceso normal de solicitud, si quisieran hacerlo, como imagino que querrían. Sin duda habría diversos países en otras partes de Europa con una opinión sobre la cuestión", afirmó el ministro británico, para quien "lo que está claro es que deberían solicitar su entrada bajo las mismas bases que los demás".

Carmichael señaló que los términos de una eventual transición hacia un nuevo Estado escocés se negociarían después del referéndum, lo mismo que un eventual aumento de los poderes de Holyrood en caso de que en la consulta ganara el "no".

"Ningún Gobierno puede negar más poderes a los escoceses si ese es su expreso deseo", afirmó el liberaldemócrata, quien subrayó que, en su opinión, pertenecer al Reino Unido otorga una "protección"a Escocia, al tiempo que faculta la aplicación de leyes propias.

La legislación aprobada hace una semana permite a los partidos políticos y otras organizaciones participar en una campaña que comenzará 16 semanas antes del plebiscito.

Ahora se está a la espera de la publicación por parte del Ejecutivo escocés, el próximo día 26, del llamado Libro Blanco, donde el Gobierno del Partido Nacionalista Escocés (SNP) expondrá a los ciudadanos su visión sobre cómo funcionaría un Estado independiente.