Líbano
Los libaneses eligen hoy un nuevo Parlamento por primera vez en nueve años
La sociedad libanesa está cansada de la clase gobernante, las mismas dinastías políticas que lucharon entre sí durante la guerra civil de 1975-1990 y quiere un cambio
La sociedad libanesa está cansada de la clase gobernante, las mismas dinastías políticas que lucharon entre sí durante la guerra civil de 1975-1990 y quiere un cambio.
Después de nueve años, Líbano vuelve a celebrar elecciones parlamentarias. Durante esta última década el país ha vivido en una crisis constante de gobierno, pero también varias crisis de refugiados, de la energía eléctrica, de los refugiados sirios. La sociedad libanesa está cansada de la clase gobernante, las mismas dinastías políticas que lucharon entre sí durante la guerra civil de 1975-1990 y quiere un cambio. Pero hasta qué punto las elecciones de hoy traerán ese cambio al Líbano es un interrogante. Para empezar, la reforma de la ley electoral que pasa de un sistema mayoritario a uno proporcional, con voto preferencial, debería acabar con el bipartidismo o en este caso la ruptura de las dos únicas coaliciones en el Parlamento libanés: la del 14 de Marzo, encabezada por el primer ministro Saad Hariri, y la del 8 de Marzo, liderada por la milicia Hezbolá.
Teniendo en cuenta el complicado entramado sociopolítico de este diminuto país de 4 millones y medio de habitantes, que tiene 18 confesiones religiosas y 15 estatus personales, el sistema electoral libanés es un auténtico encaje de bolillos, por lo que los analistas vaticinan pocas expectativas de cambio.
Quienes realmente se juegan mucho en estos comicios es el Partido de Dios y Hariri.
«La nueva ley electoral no es muy clara y todos temen perder su número de diputados, especialmente los partidos importantes. Hariri definitivamente tendrá menos diputados en su partido, pero Hezbolá está tratando de obtener más diputados y creo que lo hará», asegura a LA RAZÓN, Bassam Lahoud, analista de la Universidad Libanesa Americana (LAU, en sus siglas en inglés). La balanza de poder en Líbano parece que quiera inclinarse hacia el eje sirio-iraní.
«Con el poder y el dinero de Hezbolá y aún con la influencia de Siria en algunos partidos políticos en Líbano, Irán no necesita interferir realmente en las elecciones libanesas. Esperamos tener 40 diputados de 128 a favor de Siria», predice Lahoud.
No obstante, «Arabia Saudí está desempeñando un papel importante financiando al partido de Hariri y su aliado cristiano del 14 de Marzo, Samir Geagea, de las Fuerzas Libanesas, para que obtengan un mayor número de diputados», señala.
Pero desafiar al todopoderoso Partido de Dios no será fácil. «Creo que Hezbolá será uno de los pocos partidos que van a ganar, especialmente con su alianza con (el también chií) Nabih Berri, el presidente del Parlamento», indica el analista político.
Según Lahoud, habrá «un pequeño cambio» en la política libanesa, pero aún así los partidos tradicionales «conservarán una gran parte del poder». «La elección de algunos candidatos independientes, sin duda afectará en el reparto del poder . Lo que me da miedo es que las grandes partidos intenten sobornarlos, pero espero que no tengan éxito», concluye el analista.
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