Portugal
Los socialistas relevan al Gobierno más corto de Portugal
Cavaco exige a Costa respetar las reglas europeas y asegura que la estabilidad del nuevo Ejecutivo no está asegurada por completo
Cavaco exige a Costa respetar las reglas europeas y asegura que la estabilidad del nuevo Ejecutivo no está asegurada por completo
Apenas 27 días transcurrieron desde que tomara posesión el conservador Pedro Passos Coelho hasta el día de ayer, cuando el socialista António Costa asumió oficialmente el cargo de primer ministro. El neoclásico Palacio Nacional de Ajuda, escenario oficial de las tomas de posesión gubernamentales, asistió ayer al relevo del Gabinete más efímero de la historia democrática portuguesa. En su primera intervención oficial como primer ministro, Costa quiso dejar clara la “total legitimidad” del nuevo Gobierno, que será encargado de poner en marcha una alternativa “realista, cuidadosa y prudente”, en palabras del socialista.
El nuevo Ejecutivo, que está formado por 17 ministros y 41 secretarios de Estado, contará con el respaldo parlamentario del Partido Comunista y el marxista Bloque de Izquierda, después de que la izquierda parlamentaria tumbara el Gobierno en minoría de Passos Coelho con una moción de rechazo el pasado 10 de noviembre. El jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, encargado de presidir la ceremonia de investidura, aseguró que las dudas sobre la estabilidad política del nuevo Ejecutivo no han sido “totalmente disipadas” y exigió a Costa “el respeto a las reglas europeas”. Tras la caída de Passos Coelho, Cavaco cedió finalmente a la presión de la izquierda y encargó a Costa la formación de Gobierno. No obstante, el mandatario recordó ayer que su poder de “disolución del parlamento se encuentra paralizado” por el fin de su mandato en enero, lo que le impide convocar nuevas elecciones. Cavaco fue especialmente duro con el nuevo Gabinete e insinuó que mantendrá todas sus competencias, entre las que se incluye poder votar leyes aprobadas en la Cámara, hasta las presidenciales de enero. “No se debe caer en la ilusión de pensar que un país como Portugal pueda prescindir de la confianza de los inversores”, alertó el mandatario. Costa trató de calmar los ánimos y manifestó que Portugal no avanzará hacia “radicalizaciones”. “El Gobierno que toma hoy aquí posesión no es un Gobierno temeroso del futuro”, aseveró el socialista.
El nuevo Ejecutivo, de marcado carácter político, frente al anterior Gobierno técnico de Passos Coelho, se enfrenta a retos importantes durante los próximos cuatro años. En primer lugar, el equipo de Costa deberá apuntalar la débil recuperación económica y cumplir con los objetivos de déficit de Bruselas. El Partido Socialista se ha comprometido a lograr un déficit presupuestario del 2,8% durante 2016, algo que choca con las promesas de reducción de impuestos y aumentar las pensiones que pactaron con sus socios de la izquierda. El prestigioso economista doctorado en Harvard, Mário Centeno, titular de Finanzas, será el encargado de hacer frente a este dilema. Otros nombramientos sonados incluyen a la titular de Justicia, Francisca Van Dunem, de origen angoleño y primera ministra negra de la historia portuguesa, o a Joao Soares, encargado de Cultura, que fue alcalde de Lisboa y es hijo del fundador del Partido Socialista, Mário Soares. Caras históricas en el partido y nuevos rostros independientes se entremezclan en el nuevo Ejecutivo, que se someterá a su primera prueba de fuego los días 2 y 3 de diciembre, con la discusión en el Parlamento del programa de Gobierno.
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