
Bilateral
Macron recibirá el miércoles a Merz en su primera visita para coordinar agendas europeas
Pretenden avanzar en cuestiones como las políticas energéticas o las tecnologías de descarbonización

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibirá el miércoles en París al nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, en su primera visita al extranjero desde la asunción de funciones para dar "una señal muy fuerte" del impulso que ambos pretenden dar sus agendas europeas y coordinarlas.
Fuentes de la presidencia francesa informaron este lunes de un encuentro que estará centrado en cuestiones de soberanía, de competitividad y de seguridad europea.
"No es una visita protocolaria", destacaron las fuentes, que aunque no han querido avanzar sobre los posibles anuncios que harán ambos gobernantes, sí han señalado que pretenden avanzar en cuestiones sobre las que ha habido desacuerdos entre los dos países en los últimos meses, como las políticas energéticas o las tecnologías de descarbonización.
Sobre ese punto, Francia insiste en el concepto de "neutralidad tecnológica" para reclamar que la Unión Europea dé la misma consideración a la energía nuclear que a las renovables para la descarbonización de la economía, una posición que se ha enfrentado a la de Alemania, pero también a la del Gobierno español.
El Elíseo informó de que hay que conseguir una mayor coordinación y sincronización de la agenda en política energética con el objetivo de "no discriminar entre las diferentes tecnologías".
En política comercial, el principal desafío es mantener un frente común en la Unión Europea frente a la guerra arancelaria desatada por Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca a finales de enero.
Las fuentes francesas recordó que es la Comisión Europea la que negocia en nombre de los Veintisiete y que la voluntad de la UE es llegar a un acuerdo con Estados Unidos para que Washington retire los aranceles que ha impuesto y a los que hasta ahora la UE no ha dado una respuesta equivalente para dar una oportunidad al diálogo.
Pero advirtió de que la "asimetría" actual "no puede mantenerse", ya que las nuevas barreras arancelarias del 10 % a todos los productos que entran a Estados Unidos de la UE, sumadas al 25 % que se están aplicando al acero y al aluminio y al sector del automóvil representarían una carga de 52.000 millones de euros que sufrirían los productos europeos y que "no se justifican".
Desde que a finales de 2024 la Comisión Europea finalizó el acuerdo comercial con Mercosur, esa cuestión ha enfrentado a Berlín (y a Madrid) con París, que se niega tajantemente a darle su visto bueno con el argumento de que sería muy lesivo para su agricultura porque no instaura reciprocidad en las reglas medioambientales y sanitarias.
El Elíseo rechazó la idea de que el nuevo contexto de la guerra comercial desatada por Trump tendría que conducir a Francia a flexibilizar su postura para tratar de reforzar los lazos comerciales con otras regiones del mundo, y en particular con Latinoamérica.
Su justificación es que para Francia "el acuerdo (con Mercosur) sigue siendo inaceptable tal cual" y que su contenido "no ha cambiado por el hecho de que las condiciones" hayan cambiado a escala global.
El jueves, Macron también será anfitrión de otra reunión bilateral de dimensión europea al recibir en la ciudad de Nancy al primer ministro polaco, Donald Tusk, con el que firmará un acuerdo de cooperación bilateral que pretende poner la relación con ese país a la misma altura de la que ya tiene con Alemania, Italia o España.
El objetivo, en particular, es reforzar la cooperación entre Francia y Polonia en cuestiones de seguridad, defensa, energía o infraestructuras.
Las fuentes francesas no quieren especular sobre una posible retirada de las fuerzas estadounidenses en Polonia, pero sí que recuerdan que París siempre ha manifestado su voluntad de participar en "una presencia avanzada reforzada en el flanco oriental" de la OTAN
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