Guerra en Siria
Mas de 75.000 civiles han huido de los combates en Siria
El caos lleva a los yihadistas a organizar un motín en Al Hol y cinco escapan de una prisión
La ofensiva Fuente de Paz que ayer entró en su tercer día ha provocado la huida de más de 75.000 civiles de las localidades de Ras Al Ein, Tel Abiad, Dirbesiye y Qamishlo. Según informó a LA RAZÓN el Centro de Información de Rojava (RIC)
La ofensiva Fuente de Paz que ayer entró en su tercer día ha provocado la huida de más de 75.000 civiles de las localidades de Ras Al Ein, Tel Abiad, Dirbesiye y Qamishlo. Según informó a LA RAZÓN el Centro de Información de Rojava (RIC), los desplazados, principalmente, han buscado refugio en Raqqa y Hasakeh, pero otros miles están intentado cruzar por el paso fronterizo de Semalka hacia la región kurda de Irak. El Ric alertó, que debido a la situación de inseguridad y los bombardeos la mayoría de ONG internacionales “han comenzado a evacuar a su personal, dejando en muchos casos solo un personal mínimo y servicios muy reducidos”.
Asimismo, advirtió que “prácticamente no quedan ONGs” el campamento de Al Hol con una población refugiada de 68.600 personas, y donde se encuentran detenidos decenas de miles de simpatizantes del EI de origen sirio, iraquí y de países extranjeros. Precisamente, un oficial de las fuerzas Asayish citado por el RIC, dijo que hubo un intento de motín en el campamento pero que “ningún detenido yihadista logró escapar”. Asimismo, cinco miembros del EI escaparon de la prisión de Navkur en Qamishli, confirmó a LA RAZÓN el RIC. Los bombardeos cerca de la prisión causaron rebelión en el interior del centro de detención. La situación humanitaria se agrava a medida que se recrudecen los combates.
Las tropas turcas mantienen el cerco a la ciudad de Ras Al Ein, en donde ayer se registraron intensos combates entre el bando turco y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en los accesos a la ciudad. “Hubo enfrentamientos en las áreas industriales, pero las fotografías publicadas en internet de soldados turcos ocupando un puesto de control de las FDS son falsas”, aseguró el RIC vía WhatsApp, que cita fuentes sobre el terreno. Según el testimonio de Azad Evdike, un vecino que huyó ayer de Ras Al Ein, dijo que “el enemigo atacó nuestra ciudad, pero hubo una gran resistencia por parte de los miembros de YPG (Unidades de Protección del Pueblo) y las FDS. Los civiles están abandonan la ciudad, porque no pueden soportar el zumbido de los aviones, de las ametralladoras; tenemos miedo”.
Por la mañana, los cazas turcos bombardearon el vecindario Ain Erus, al sur de Tel Abiad, y continuaron los enfrentamientos entre las FDS y las fuerzas turcas con sus aliados del rebelde Ejército Nacional Sirio (ENS) en Tal Khalaf, al sur de Ras Al Ein. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) las fuerzas turcas bombardean áreas bajo el control de las fuerzas kurdas al norte de la ciudad de Alepo, y hubo intercambio de disparos de obuses al oeste de Kobane. En la ciudad de Qamishli, las FDS informaron de la explosión de un coche bomba que dejó al menos cinco muertos y 9 víctimas de diversa consideración. Hasta el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque terrorista. El OSDH precisó que las fuerzas turcas conquistaron desde el miércoles, 11 pueblos cerca de Ras al Ein y Tel Abiad. Según el Observatorio, al menos 22 combatientes de las FDS kurdos y 12 civiles murieron por los bombardeos aéreos y disparos de artillería turcos. Una cifra mucho menor que la que dio el Ministerio de Defensa de Turquía que, según sus datos, la operación Fuente de Paz dejó ya “174 terroristas neutralizados”.
Según un informe de la Media Luna Roja Kurda, hay al menos 16 muertos y 37 heridos civiles, desde el inicio de la operación terrestre. Mientras la operación turca es criticada por varios países occidentales, preocupados por el destino de miles de yihadistas prisioneros de las YPG, el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Çavusoglu, pidió ayer a sus socios de la OTAN que muestren “claramente su solidaridad” con la ofensiva, que, según Ankara, es una operación antiterrorista. “En el marco del principio de la indivisibilidad de la seguridad, nuestra expectativa natural y legítima es que nuestros aliados se solidaricen con nosotros. No basta que diga: Entendemos las preocupaciones legítimas de Turquía. Queremos ver esa solidaridad de forma clara y nítida”, reclamó el ministro de exteriores turco. Çavusoglu insistió en que la ofensiva militar en suelo sirio es una legítima intervención contra una organización terrorista, en referencia a las YPG.
Un nuevo actor ha entrado en escena, aprovechando el caos, o como denuncian las fuerzas kurdas “sirviendo bajo las órdenes de Turquía”. Se trata de grupos afines al Estado Islámico. Según especificó el RIC a LA RAZÓN los grupos yihadistas “Ahrar al-Sharqiya, Faylaq al-Sham, Sultan Murad, Jabhat Shamiyah, entre otros, han sido transferidos desde Afrin por la frontera en suelo turco para participar en el asalto”.
Los combatientes kurdos tienen pocas opciones, o unirse a Bashar Al Asad o luchar hasta sacrificar el último hombre”, advirtió ayer a la RAZÓN Husein Hassan, de la Universidad Saint Joseph. Se calcula que el grueso de las filas de las FDS suma unos 60.000 hombres
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