Política

Reino Unido

May afronta una debacle local por su gestión del Brexit

Los «tories» podrían perder uno de cada cinco concejales en las elecciones de ayer en Inglaterra y el Ulster

La «premier» Theresa May acude ayer a votar a un colegio en Thames Valley / Ap
La «premier» Theresa May acude ayer a votar a un colegio en Thames Valley / Aplarazon

Los «tories» podrían perder uno de cada cinco concejales en las elecciones de ayer en Inglaterra y el Ulster.

Theresa May se enfrenta a una gran derrota en las elecciones locales de Inglaterra y el Ulster, donde los «tories» podrían cosechar sus peores resultados desde 1995 por su criticada gestión ante el Brexit. Las plazas principales, como el ayuntamiento de Londres, no están en juego. Sin embargo, los comicios tienen un gran simbolismo político, ya que se trata del primer gran examen para los partidos desde las generales de 2017, donde los conservadores acabaron perdiendo la mayoría absoluta. Desde entonces, la clase política se ha mostrado incapaz de pactar una salida de la UE ante el hartazgo de una ciudadanía que contempla con frustración cómo el resto de ministerios están paralizados.

Los comicios se celebraron ayer, pero debido al lento recuento de votos, los resultados no se conocerán hasta hoy. En Inglaterra, están en juego un total de 8.425 concejales en 248 ayuntamientos. Por su parte, en Irlanda del Norte, los votantes estaban llamados a elegir a los 462 miembros que componen los once consejos regionales. Aparte de por el Brexit, la campaña en la provincia británica estuvo marcada por el reciente asesinato de la periodista Lyra McKee por disidentes del IRA. Un triste suceso que ha llevado a católicos y protestantes a volver a la mesa de negociación para intentar cerrar un Gobierno de coalición tras más de dos años de parálisis.

Según las últimas encuestas, los conservadores podrían perder uno de cada cinco concejales a los que se presentan. El análisis del reputado Lord Robert Hayward vaticina que podrían perder más de 800 de sus 4.628 concejales. Con todo, el varapalo podría ser mínimo respecto a la gran debacle que se espera para las europeas del 23 mayo. May se resiste aún a oficializar la cita, pero nadie espera que para entonces se haya resuelto la situación con el Brexit. Por lo que, tres años después de votar por abandonar el bloque, los británicos tendrán que participar en los comicios para elegir a sus eurodiputados.

Para las locales de ayer no se presentaron ni la nueva formación euroescéptica de Nigel Farage, el Partido del Brexit, ni Change UK, la formación de ex «tories» y ex laboristas de centro. Tal y como funciona el particular sistema británico, esta cita con la urnas no suele ser tanto de voto castigo como las europeas. La política local es sumamente importante para los británicos. Una cosa es votar al populista y anti inmigración Farage para la Eurocámara y otra muy distinta tener su formación al frente de las decisiones de los colegios, bibliotecas o centros de salud de tu barrio. Por eso, algunos «tories» podrían salvarse de la quema.

El desastre de la gestión del divorcio con el bloque podría arrebatarles ayuntamientos importantes como Broxtowe, cerca de Nottingham, donde ahora se espera que la mayoría vote por los laboristas. Es tal el descontento con May que más de 70 asociaciones locales conservadoras han firmado una petición pidiendo a la «premier» que reconsidere su futuro como líder. Al superar las 65 que requieren las reglas del partido, se celebrará, previsiblemente en junio, una reunión extraordinaria de la Convención Nacional para llevar a cabo una votación. Es la primera vez en los 185 años de historia de la formación que los activistas discuten el liderazgo.