Elecciones en Alemania
Merkel, dispuesta a «compromisos dolorosos» para cerrar hoy gran coalición
Más de cuatro meses después de las elecciones, la canciller estimó que, en tiempos convulsos, se espera de los grandes partidos que ofrezcan "confianza"y que pongan todo de su parte para garantizar un futuro seguro a los ciudadanos.
Más de cuatro meses después de las elecciones, la canciller estimó que, en tiempos convulsos, se espera de los grandes partidos que ofrezcan "confianza"y que pongan todo de su parte para garantizar un futuro seguro a los ciudadanos.
Más de cuatro meses después de las elecciones, el bloque conservador de Angela Merkel y el socialdemócrata (SPD) de Martin Schulz se afanaban ayer, a última hora de la noche, por limar las últimas asperezas para concretar la Gran Coalición. Al cierre de esta edición, ambas partes seguían reunidas aunque, según la prensa alemana, se espera que conservadores y socialdemócratas puedan comparecer hoy para anunciar el programa de Gobierno y el reparto de carteras. Anoche, Fedor Ruhose, director del grupo parlamentario del SPD en el Parlamento de Renania-Palatinado, aseguraba en declaraciones a LA RAZÓN que esta madrugada se cerraría el acuerdo y los diputados conservadores habían sido convocados a una reunión esta mañana para darles a conocer el resultado. Antes de la ronda final, la canciller reconoció que todas las partes tendrían que hacer concesiones. «Todos y cada uno de nosotros aún tenemos que adoptar compromisos dolorosos y yo estoy preparada para hacerlo si podemos estar seguros de que al final las ventajas superarán a las desventajas», declaró Merkel, quien asimismo defendió que es importante que el nuevo Gobierno cree las condiciones para que los alemanes «puedan seguir viviendo mañana de forma próspera y segura en un sentido amplio».
Según avanzó la revista «Der Spiegel», el borrador del acuerdo se compone de 167 páginas divididas en 14 capítulos. El escrito se abre con política europea bajo el título «Un nuevo comienzo para Europa» y, según reza el texto, recogido por el semanario, «Alemania le debe mucho a Europa y ésa es una de las razonas por las cuales debemos estar comprometidos con su éxito». Tanto conservadores como socialdemócratas se comprometieron a fortalecer la capacidad de la Unión Europea –también en lo financiero– ya que, según continúa el documento, «para Alemania, una Europa fuerte y unida es la mejor garantía para un buen futuro en paz, libertad y prosperidad». De ahí se continúa el resto del acuerdo, que se enmarca bajo el epígrafe «Una nueva dinámica para Alemania». En este apartado, y entre los puntos consensuados a lo largo de los últimos días, destaca el pacto para la estabilidad de las pensiones, mejoras para la atención a la dependencia e inversiones de hasta 11.000 millones de euros en educación, lo que exigirá una reforma de la Constitución. Ambos bloques también apostaron por fomentar la digitalización del país, con inversiones de hasta 12.000 millones de euros para impulsar la banda ancha.
Previamente, se lograron cerrar diversos capítulos y se alcanzó un consenso en una de las áreas más conflictivas, la de la política migratoria y de refugiados. Asimismo, en el área de vivienda, se aprobaron medidas para frenar la subida de los alquileres, ayudas para familias con hijos y 2.000 millones de euros públicos para la construcción de viviendas sociales. No obstante, ayer por la tarde seguían sobre la mesa de discusiones las dos grandes reivindicaciones del SPD y que pasan por acabar con los contratos temporales injustificados y garantizar la igualdad de trato en el servicio sanitario público y privado.
Una vez se presente el acuerdo, Schulz iniciará una campaña interna para presentarlo a su casi medio millón de militantes, convocados a una consulta vinculante que deberá dar la luz verde definitiva a una nueva Gran Coalición para Alemania, que está a punto de divisar el fin de su limbo político. Tras unas complejas negociaciones, muchos avistan una legislatura plagada de incertidumbres y Merkel está en el centro de todas las miradas. Todo apunta a que éste sería su último mandato. Con el trasfondo del peor resultado para los conservadores desde 1949, los alemanes se ven extrañamente divididos respecto a su figura. Muchos ni siquiera recuerdan cuando un hombre dirigía los designios de la Cancillería. Por un lado, y con la irrupción del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, existe la necesidad de un relevo, aunque, por otro, desde la esfera política no hay nadie capaz de hacerle sombra, como demuestra que Merkel sigue siendo uno de los políticos más populares.
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